La alianza mantenida hasta ahora entre Donald Trump y Elon Musk derivó este jueves en una guerra abierta que se inició con las críticas al plan fiscal impulsado por el presidente estadounidense y escaló con amenazas de anulación de contratos gubernamentales y acusaciones por parte del magnate sudafricano de que Trump figura en la lista del pedófilo Jeffrey Epstein. Musk incluso llegó a deslizar que acompañaría un eventual proceso de impeachment para destituir al mandatario republicano.
«Musk se volvió loco»
En su red Truth Social, Trump aseguró que dará por terminada la misión presupuestaria de Musk, quien, según él, se había «vuelto loco» por una decisión desfavorable a los vehículos eléctricos. «La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon», amenazó al jefe de Tesla y de SpaceX en otro mensaje.
Musk respondió en la red X diciendo que SpaceX «empezará a desmantelar inmediatamente su nave espacial Dragon», utilizada por la NASA para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional. La pelea, a la vista de todo el mundo, hundió la cotización de Tesla, que perdió decenas de miles de millones de capitalización en Wall Street y cerró con una caída del 14,26 por ciento.
SpaceX es la empresa controlada por Musk con más contratos con el gobierno estadounidense. El más jugoso es el que obtuvo en abril por 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites y misiones durante los próximos cinco años. Starlink, dedicada a las telecomunicaciones, también mantiene varios contratos con el Ejecutivo estadounidense, desde el suministro de servicios a las fuerzas armadas de Ucrania (537 millones de dólares) hasta el desarrollo de comunicaciones seguras para las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
El hombre más rico del mundo disparó sus comentarios en X mientras el republicano daba su versión ante las cámaras con el jefe del gobierno alemán Friedrich Merz, como testigo involuntario. Trump arremetió contra el jefe de SpaceX desde los primeros minutos de su reunión con Merz en la Casa Blanca. «Estoy muy decepcionado porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los que están sentados aquí. De repente le encuentra un problema», aseguró Trump.
Musk había llamado esta semana «abominación repugnante» al proyecto aprobado por la Cámara Baja, que inició ahora su tramitación en el Senado, y criticó a los republicanos que lo votaron, acusándolos de haber cometido un «error» al respaldar una iniciativa que incrementará la deuda pública. Musk señaló que nunca le enseñaron el proyecto y fue aún más lejos al sostener que sin su apoyo el presidente no hubiera ganado las elecciones de 2024.
«Es hora de lanzar la gran bomba»
Ian Miles Cheong, un activista de derecha y seguidor de Musk, publicó en X: «Presidente contra Elon. ¿Quién gana? Apuesto por Elon. Trump debería ser destituido y JD Vance debería reemplazarlo». Musk respondió a la publicación con un lapidario: «Sí». Pero el magnate no aflojó y más tarde tiró su munición más pesada: afirmó que Trump aparece en los archivos de Jeffrey Epstein, que supuestamente incluyen los nombres de sus cómplices, en una nueva escalada del enfrentamiento público entre ambos.
«Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. El empresario instó a sus seguidores a conservar ese mensaje, asegurando que «la verdad saldrá a la luz». Jeffrey Epstein, un multimillonario que mantenía estrechos vínculos con figuras influyentes de la política y las finanzas en EE.UU., se suicidó en agosto de 2019 en una cárcel de Nueva York, semanas después de ser arrestado por cargos de tráfico sexual.
La muerte de Epstein, que impidió que enfrentara un juicio, alimentó peticiones para que el Departamento de Justicia haga pública la lista de presuntos cómplices y clientes, así como el registro de vuelos de su avión privado hacia su isla en las Islas Vírgenes, donde presuntamente ocurrieron múltiples abusos. La principal colaboradora de Epstein fue la heredera británica Ghislaine Maxwell, actualmente condenada a 20 años de prisión por facilitar menores de edad para que Epstein abusara sexualmente de ellas.
Una alianza que duró poco
La semana pasada, Musk dejó su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de liderar el recorte del gasto público en el gobierno de Trump, por las discrepancias con el plan fiscal del republicano. Aunque ambos escenificaron una salida amistosa en un acto ante la prensa el viernes pasado en la Casa Blanca, Trump ofreció este jueves una nueva versión sobre lo sucedido.
«Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos que nadie más quería, ¡y simplemente se volvió LOCO!», dijo el presidente en Truth Social. La reunión con Trump de la semana pasada tuvo lugar en un momento delicado para Musk, después de que el New York Times revelara que, durante la campaña electoral, el empresario consumió grandes cantidades de ketamina, éxtasis, hongos alucinógenos y medicamentos.
