El mercado laboral argentino continúa mostrando signos de fragilidad. En abril, el salario formal cayó nuevamente, marcando el cuarto mes consecutivo de retroceso. Según datos oficiales, el poder adquisitivo de los trabajadores registrados se redujo un 5,5% entre enero y mayo de 2025, mientras que la inflación acumulada en ese período superó el 10%.
A pesar de esta caída, el empleo formal tuvo un leve repunte. La cantidad de trabajadores registrados aumentó un 0,1% mensual, alcanzando los 12,8 millones. Dentro de ese universo, los asalariados privados sumaron 6,28 millones, con una suba del 0,2%, mientras que los trabajadores independientes se mantuvieron estables.
Sin embargo, el crecimiento del empleo no logró compensar la pérdida salarial. La remuneración bruta promedio fue de $1.679.334, apenas un 0,2% más que en marzo, y la mediana salarial se ubicó en $1.232.516, con una suba del 2,4%. Ambas cifras quedaron por debajo del 2,8% de inflación registrada en abril, lo que implica una nueva pérdida en términos reales.
El sector público mostró una dinámica aún más preocupante. Los salarios de los empleados estatales cayeron hasta un 31,6% en términos reales desde noviembre de 2023, mientras que el empleo en casas particulares se redujo un 0,3% mensual, acumulando una baja del 3% interanual.
Por otro lado, el monotributo social sufrió una caída del 1,6% mensual y del 63% interanual, producto de cambios normativos y reempadronamientos. En contraste, el monotributo común creció un 0,3% y los autónomos cayeron un 0,2%, reflejando una tendencia de estancamiento en el trabajo independiente.
A nivel sectorial, nueve rubros generaron empleo en abril, destacándose agricultura (+1,6%), construcción (+0,8%) y comercio (+0,2%). Sin embargo, otros sectores como pesca, minería, transporte e industria manufacturera registraron caídas, evidenciando una recuperación desigual.
El informe oficial concluye que, si bien hay señales de leve recuperación en el empleo, los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo y no logran seguir el ritmo de la inflación. Esta situación plantea un escenario de estancamiento económico con fuerte impacto en los hogares argentinos.
Redacción Diario Inclusión