El presidente Javier Milei oficializó esta mañana la designación de Lisandro Catalán como nuevo ministro del Interior, en una reunión encabezada en Casa Rosada junto a Guillermo Francos y Luis Caputo. El nombramiento busca consolidar el diálogo con los gobernadores que comparten el rumbo libertario, en el marco de una nueva etapa de reformas estructurales.
Catalán, quien hasta ahora se desempeñaba como segundo de Francos, venía cumpliendo funciones de articulación con las provincias. Su ascenso al rango ministerial responde a la necesidad de institucionalizar ese rol y fortalecer la coordinación política en vísperas de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
La creación de la Mesa Federal, anunciada por Francos, será el espacio clave para canalizar las relaciones con los mandatarios provinciales. Sin embargo, el mensaje fue claro: el diálogo será “exclusivamente con gobernadores afines”, lo que excluye de plano a figuras como Axel Kicillof, quien había solicitado una reunión formal con el Presidente.
La decisión se inscribe en una estrategia de polarización controlada, donde Milei busca consolidar su núcleo político y avanzar con las reformas sin interferencias opositoras. La exclusión de gobernadores peronistas marca un quiebre en la tradición institucional del Ministerio del Interior como articulador transversal.
En paralelo, el Presidente encabezó su tercera reunión de gabinete en la semana, con foco en la campaña electoral y la definición de prioridades de gestión. Participaron figuras clave como Karina Milei, Sandra Pettovello, Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich y Luis Petri, entre otros.
La designación de Catalán también refuerza el círculo político más estrecho de Milei, donde Santiago Caputo juega un rol cada vez más visible. La Mesa Política Nacional, convocada por el Presidente, busca alinear las decisiones partidarias con la gestión ejecutiva, en un esquema de poder concentrado.
Con este movimiento, el Gobierno apuesta a blindar su interlocución territorial y avanzar con reformas sin concesiones. Resta ver si la exclusión de gobernadores opositores no genera un cortocircuito institucional que complique la gobernabilidad en provincias clave.
Redacción Diario Inclusión