Correo Argentino emitió una advertencia urgente ante el crecimiento de estafas digitales que utilizan su nombre para engañar a personas que esperan paquetes. La maniobra más frecuente consiste en enviar mensajes de texto que informan supuestos errores en la dirección o el código postal, con el objetivo de inducir al usuario a ingresar en enlaces maliciosos o realizar pagos indebidos.
La empresa estatal aclaró que jamás solicita datos confidenciales ni cobra cargos adicionales por SMS. Además, enfatizó que las consultas sobre envíos deben realizarse exclusivamente en su sitio web oficial, y que su única cuenta verificada en Instagram es @correooficialsa.
Otra táctica detectada es la creación de páginas web falsas que imitan la plataforma de seguimiento de paquetes. Estas réplicas buscan robar contraseñas, datos bancarios o instalar software malicioso en los dispositivos de las víctimas. También se han identificado cuentas apócrifas en redes sociales que simulan ser del área de Atención al Cliente.
La recomendación principal es no compartir información personal, evitar enlaces de origen dudoso y no realizar pagos fuera de los canales oficiales. Ante cualquier mensaje sospechoso, se sugiere no responder y verificar la situación directamente en los medios oficiales del Correo Argentino.
El fenómeno se enmarca en una ola de estafas virtuales que también incluye correos electrónicos con enlaces de “cancelar suscripción”, diseñados para robar credenciales bancarias o instalar malware. Según un informe de DNSFilter, uno de cada 644 clics en ese tipo de enlaces redirige a sitios maliciosos.
Los ciberdelincuentes aprovechan el estilo visual de los correos legítimos para pasar desapercibidos. En muchos casos, las víctimas terminan en páginas que simulan ser auténticas, donde se les solicita completar datos sensibles. El riesgo se multiplica en dispositivos sin protección adecuada, facilitando el espionaje informático y el robo de identidad digital.
Correo Argentino instó a sus usuarios a extremar precauciones y reportar cualquier intento de fraude. En tiempos de alta actividad postal y comercio electrónico, la seguridad digital se vuelve tan importante como la logística física.
Redacción Diario Inclusión