“Siempre pensé en vos y en tus hermanas como mi mayor proyecto de vida. No puedo aspirar a otra cosa que no sea verlas felices”, confesó Burlando al ser consultado sobre cómo imagina a su hija en el futuro. Conmovido, reveló también que reza todas las noches por la felicidad de ellas, poniendo de manifiesto la importancia de la familia en su vida.
Durante la charla, Delfina reconoció que muchos la ven muy parecida a su padre, no solo en lo físico sino también en la forma de ser. “Conectamos en los deportes, en el carácter fuerte y en la manera de vivir con alegría”, contó. Además, lo llenó de elogios: “Admiro tu fuerza, tu empatía y tu capacidad de resolver problemas. Aprendo de vos todos los días”.
Con humor, Burlando admitió que ser papá de tres mujeres no siempre fue fácil. “Lo mejor que puede hacer un padre con una hija como Delfina es tener un laboratorio de ibuprofeno”, bromeó, al recordar las preocupaciones que le genera verla siempre como una adolescente, aunque ya tenga 30 años.
En otro tramo de la charla, revivieron el momento en que Fernando les contó a sus hijas que sería nuevamente padre junto a Barby Franco, con quien hoy comparte la crianza de Sarita, de casi tres años. “Me costaba darles la noticia, pero lo atravesamos juntos. Hoy me ven feliz y activo con mi hija más chica”, señaló el abogado.
El diálogo también dejó espacio para reflexiones profundas. Al preguntarle si alguna vez sintió que le había fallado, Delfina fue categórica: “No. No hay manual para ser padre. Tuvimos altibajos, pero nunca sentí que me fallaras”.
La conversación, marcada por risas, confesiones y palabras de cariño, mostró el costado más humano de Fernando Burlando: un padre presente, exigente pero profundamente amoroso, que encuentra en su familia la verdadera medida del éxito.
Redacción Diario Digital