La tensión financiera se reinstala con fuerza en el arranque del mes. Los bonos soberanos argentinos, que ya venían de perder hasta un 20% en septiembre, arrancan octubre con nuevas caídas en el premarket de Wall Street, donde se registran retrocesos de hasta el 2,1%.
Este comportamiento refleja la creciente desconfianza de los inversores ante la falta de dólares y la incertidumbre sobre el rumbo económico del país. La presión sobre los activos argentinos se intensifica, y los operadores anticipan una rueda bursátil marcada por la volatilidad.
La caída de los bonos se da en un contexto de fragilidad cambiaria y especulaciones sobre posibles medidas de control. Aunque el Banco Central niega nuevas restricciones, el mercado interpreta señales contradictorias que alimentan la incertidumbre.
El desplome también impacta en el riesgo país, que vuelve a escalar, dificultando aún más el acceso al financiamiento externo. Las expectativas de los analistas apuntan a una semana compleja, con escasa liquidez y fuerte cautela por parte de los fondos internacionales.
En paralelo, los ADRs argentinos también muestran signos de debilidad, arrastrados por la falta de confianza y la exposición a un entorno macroeconómico inestable. La correlación entre bonos y acciones refuerza la percepción de riesgo sistémico.
La jornada de este miércoles se perfila como un nuevo test para la resiliencia del mercado argentino. Con los bonos en retroceso y sin señales claras de estabilización, los inversores se mantienen en alerta ante lo que podría ser otra rueda turbulenta.
Redacción Diario Inclusión.