La producción automotriz nacional registró una caída del 5% interanual en septiembre, según datos difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). El sector fabricó 47.108 unidades, lo que representa una mejora del 5,8% respecto a agosto, pero no logra revertir la tendencia descendente frente al mismo mes de 2024.
En el acumulado de los primeros nueve meses del año, las terminales produjeron 379.243 vehículos, lo que implica un crecimiento del 4,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Este dato permite sostener un balance general positivo, aunque con matices que preocupan a los actores del sector.
Las exportaciones automotrices, por ejemplo, mostraron una caída del 17,2% interanual en septiembre, a pesar de haber crecido un 3,6% respecto al mes anterior. En lo que va del año, los envíos al exterior suman 199.811 unidades, un 9,1% menos que en 2024, lo que evidencia dificultades para ampliar mercados y sostener volúmenes.
En contraste, las ventas mayoristas hacia concesionarios alcanzaron 54.267 unidades en septiembre, con un incremento del 22% interanual y 4,8% mensual. El acumulado anual asciende a 455.220 unidades, un 63,6% más que en los primeros nueve meses del año pasado, reflejando una fuerte demanda interna.
Martín Zuppi, presidente de ADEFA, destacó que “el sector mantiene un balance favorable en lo que va del año”, pero advirtió sobre los desafíos estructurales del frente exportador. En sus declaraciones, subrayó la necesidad de fortalecer la articulación público-privada para mejorar la competitividad y atraer inversiones sostenibles.
Entre las propuestas, Zuppi remarcó la urgencia de reducir la carga impositiva en los tres niveles del Estado, como condición para consolidar un entorno más propicio al desarrollo productivo y exportador. La industria automotriz, clave en el entramado industrial argentino, requiere políticas activas para sostener su dinamismo.
El panorama mixto obliga a mirar con atención los próximos meses: mientras el mercado interno empuja, las exportaciones y la producción enfrentan obstáculos que podrían condicionar el cierre del año. La clave estará en cómo se articulan las medidas fiscales, comerciales y diplomáticas para sostener el crecimiento.
Redacción Diario Inclusión