En medio de la incertidumbre electoral y la fragilidad económica, un grupo de especialistas advirtió que la ayuda externa no es suficiente para estabilizar el mercado argentino. Según el análisis publicado por Ámbito, el ajuste fiscal, el peso de la deuda y los rescates financieros no logran revertir los desequilibrios de fondo que afectan al país.
Los expertos señalan que el respaldo internacional —como el swap anunciado por Scott Bessent o los acuerdos con organismos multilaterales— puede ofrecer alivio temporal, pero no sustituye la necesidad de reformas estructurales. “La economía argentina no funciona sin un cambio profundo en su régimen fiscal, monetario y cambiario”, afirman.
Uno de los puntos críticos es la sostenibilidad de la deuda pública. Con vencimientos crecientes y una presión constante sobre las reservas, los analistas advierten que cualquier auxilio externo corre el riesgo de ser absorbido por el déficit estructural. “No hay magia: sin un plan consistente, los dólares se evaporan”, sostienen.
Además, el informe destaca que el ajuste fiscal implementado por el Gobierno no ha generado los resultados esperados. La recesión, el aumento de la pobreza y la caída del consumo interno ponen en duda la efectividad de las medidas. “El ajuste sin crecimiento es una receta para el estancamiento”, advierten.
Los especialistas también remarcan que el contexto electoral agrega una capa de incertidumbre que complica cualquier estrategia económica. La falta de consensos políticos y la polarización dificultan la implementación de reformas de largo plazo. “Sin gobernabilidad, no hay estabilización posible”, concluyen.
En este escenario, la ayuda externa aparece como un recurso limitado. Si bien puede contener la crisis en el corto plazo, no reemplaza la necesidad de un modelo económico sostenible. “La Argentina necesita más que dólares: necesita confianza, reglas claras y un rumbo definido”, afirman los analistas.
La advertencia de los especialistas refuerza la idea de que el futuro económico del país dependerá menos de los rescates financieros y más de la capacidad política para encarar transformaciones profundas. El desafío, señalan, es construir una economía que funcione sin depender del auxilio externo.
Redacción Diario Inclusión.