Durante una distendida charla con Facundo Arana en su programa Otro día perdido, Mario Pergolini revivió una de las anécdotas más divertidas de su vida como padre: la vez que tuvo que llevar a su hijo a ver Chiquititas, el mismo espectáculo que había criticado duramente años atrás en sus programas de radio y televisión.
En la entrevista, ambos repasaron distintos momentos de la carrera del actor, pero uno de los pasajes más comentados fue cuando Pergolini decidió contar cómo terminó sentado en el teatro, rodeado de fans del show creado por Cris Morena, luego de haber hecho bromas y comentarios irónicos sobre el fenómeno televisivo.
“Le dábamos duro a Cris, a todos, porque éramos muy inmaduros”, reconoció Pergolini entre risas, al recordar la época en que conducía CQC. Sin embargo, todo cambió cuando su hijo, siendo apenas un niño, le pidió ver la obra en vivo. “Ok, yo te llevo, yo te llevo”, relató el conductor, sabiendo que sería una experiencia incómoda.
El propio Arana, quien formaba parte del elenco de Chiquititas, recordó perfectamente aquella función. “Fila seis, al medio”, comentó entre risas, destacando el lugar privilegiado y expuesto que le asignaron al conductor. “Les faltó ponerme dos reflectores arriba mío”, bromeó Pergolini, describiendo la sensación de estar observado por todo el teatro.
Según el relato, tanto el público como los actores notaron su presencia, conscientes de su historial de críticas hacia el espectáculo. “No nos podemos ir porque nos van a ca… a trompadas, ¿cómo le explicás al pibe?”, dijo entre carcajadas. Mientras tanto, su hijo disfrutaba del show con entusiasmo: “Una hora y media así estuve. Y mi hijo: ‘¡Pimpollo, tulín, tulilí!’”, recordó divertido.
Facundo Arana destacó el gesto del conductor al priorizar a su hijo por encima de cualquier prejuicio o postura previa: “Así, así, péguenme”, comentó con humor, celebrando la anécdota.
Hoy, Pergolini recuerda aquel episodio con una sonrisa, como una muestra de cómo la paternidad puede derribar viejas posturas y abrir paso a momentos únicos e inolvidables, incluso bajo la mirada de quienes alguna vez fueron blanco de su ironía.
Redacción Diario Inclusión










