En un gesto político que refuerza la alianza entre Donald Trump y Javier Milei, Estados Unidos anunció un acuerdo comercial con Argentina bajo el nombre de Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos. El pacto, presentado por la Casa Blanca, busca profundizar la cooperación bilateral en materia económica, aunque excluye la eliminación de aranceles al acero y el aluminio, una demanda central de la industria argentina.
El acuerdo contempla acceso preferencial a los mercados estadounidenses para exportaciones argentinas de medicamentos, productos químicos, maquinaria, tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas. A cambio, Argentina abrirá su mercado a bienes estadounidenses, incluyendo ganado bovino vivo y aves de corral, con compromisos de liberalización en el plazo de un año.
Ambos gobiernos destacaron que el entendimiento se basa en valores democráticos compartidos y una visión común de libre empresa. La Casa Blanca elogió el programa de reformas de Milei y aseguró que, en reconocimiento a esos esfuerzos, se eliminarán aranceles sobre ciertos recursos naturales y productos farmacéuticos no patentados.
Sin embargo, el acuerdo no incluye la rebaja de aranceles al acero y el aluminio, lo que genera malestar en sectores industriales como el liderado por Paolo Rocca. El canciller Pablo Quirno celebró el anuncio como una oportunidad para atraer inversiones estadounidenses, aunque reconoció que el texto final aún está en proceso de definición, lo que deja abierta la posibilidad de ajustes.
La iniciativa también podría generar tensiones dentro del Mercosur, dado que el resto de los países del bloque no han sido consultados y no está claro si el marco legal requiere su aval. La próxima cumbre regional en Brasil, prevista para diciembre, no contará con la presencia de Milei, lo que podría profundizar las diferencias.
Por otra parte, las cámaras empresariales argentinas y los laboratorios nacionales expresaron preocupación por no haber sido consultados. En especial, los laboratorios cuestionan la extensión de los patentamientos de multinacionales más allá de lo permitido por la legislación vigente, lo que podría afectar la producción local y el acceso a medicamentos.
El acuerdo, aunque ambicioso en su alcance, deja interrogantes sobre su impacto real en la economía argentina. La falta de beneficios para sectores estratégicos y la ausencia de consenso interno podrían limitar su efectividad y generar fricciones tanto a nivel local como regional.
✍️Redacción Diario Inclusión
Fuentes: Aire de Santa Fe, InfoRegión, La Trocha Digital










