Martín Guzmán destinó un apartado especial de su presentación en Diputados a exponer cómo sería la política económica del Gobierno si el país no estuviera atravesando una situación crítica.
Antes de referirse a los números del Presupuesto 2021, habló de la importancia de la «consolidación fiscal», de la necesidad de una estrategia de financiamiento enfocada en el mercado de capitales en pesos y de una necesaria coordinación de la política monetaria y cambiaria que apunte a un dólar estable.
“Este es un esquema de transición”, aseguró sobre las regulaciones anunciadas por el BCRA. “El tránsito hacia la sostenibilidad fiscal requiere de una economía que se recupere. Es por eso que hay que entender que hay disyuntivas de todo tipo y que dentro de esas disyuntivas hay un corredor relativamente fino sobre el cual la política fiscal debe transitar apuntando a la recuperación al mismo tiempo que se busca asegurar condiciones de sostenibilidad fiscal”, remarcó. Una señal en estuvo en su respuesta sobre la continuidad de los programas que requirieron una política fiscal expansiva durante la pandemia (IFE y ATP), sobre los cuales aseguró que no seguirán en 2021.
Sobre el faltante de reservas, remarcó “tienen que ver con la emergencia económica que está viviendo la Argentina y tienen como objetivo frenar ese drenaje”. “Son medidas de transición, no son características permanentes de la economía. No son medidas que nos pongan contentos, son medidas para evitar que se transite un sendero que termine en mayor inestabilidad y que tienen como objetivo fortalecer las reservas”, detalló.
Al explicar la situación actual, adelantó el dato de desempleo que conocerá hoy. “Cuando se publiquen los datos del segundo trimestre de 2020 veremos que habrá un aumento de aproximadamente 2,5% en la tasa de desempleo. El Producto no crece y en el inicio de la pandemia mostró una caída muy fuerte interanual de alrededor de 19% entre el segundo trimestre del 2020 y el de 2019”, aseguró.