Según los últimos datos oficiales, al día 24, a través de “Otros” se emitieron casi $400.000 millones (entre el 13 y el 16 a razón de $70.000 millones diarios, con un día 24 a toda orquesta, casi $97.000 millones). Para tener una somera idea de qué representa esto en términos monetarios, vale señalar que en lo que va de junio el BCRA le ha girado al Tesoro, vía Adelantos Transitorios (ATN), $377.000 millones. Fueron $124.000 millones el día 3, luego $108.000 millones el día 10, otros $50.000 millones el 16 y el último dato oficial, el día 24 fueron $95.000 millones. De modo que entre ambos conceptos, el BCRA, presidido por Miguel Pesce, emitió para el sector público cerca de 780.000 millones.
Explicación
Cabe explicar que el BCRA lo que está haciendo, vía “Otros”, es emitir para comprar títulos públicos en pesos en el mercado secundario de deuda. Según estimaciones de 1816, las compras acumuladas superan los $600.000 millones desde el día 9. Claro que no debe soslayarse que esta emisión es para darle, precisamente, salida a los tenedores de deuda en pesos que no quieren renovarle al Tesoro. Pero nada es gratis. Semejante emisión, directa e indirecta, para el Tesoro termina impactando en algún lado. Cabe preguntarse a dónde van a parar todos esos pesos. Ahí entra el accionar esterilizador del BCRA, cada vez más menguado. Es que la contracara de todo esto es el aumento de los pasivos monetarios remunerados. El stock de Pases y Leliq ha escalado a la friolera de casi $6,5 billones. Huelgan las palabras. De ahí el peso de los intereses: en lo que va del año el BCRA emitió $805.000 millones para el pago de los intereses de Pases y Leliq.
Hasta el momento, la base registra una expansión cercana a los $100.000 millones. ¿Cuáles fueron los factores que explican el aumento de la base? Además del rubro “Otros” ($400.000 M) y la asistencia al Tesoro vía ATN ($377.000 M), tenemos el pago de intereses por más de $130.000 millones y $12.000 millones de cancelación de depósitos oficiales. A contramano operaron las ventas netas de divisas al sector privado (-$72.000 M) y al sector público (-$26.000 M), pero las aspiradoras por excelencia fueron los Pases, en menor medida, y las Leliq, que contrajeron la emisión en más de $55.000 millones y más de $667.000 millones, respectivamente.
Por lo tanto el ahínco del BCRA en pos de defender y sostener las cotizaciones de los bonos en pesos, es una loable actitud que, lamentablemente, redunda en más emisión con el consiguiente costo de esterilización, afectando las expectativas inflacionarias del mercado. En momentos en que seguir echando leña al fuego es sin duda una jugada arriesgada. Sobre todo porque debería seguir asistiendo al Tesoro mes a mes. Y aunque la inflación licue a las Leliq ya son más de 165% de la base monetaria.