El viceministro de Economía descartó la posibilidad de que en unos días vaya a generarse una devaluación.
Luego de salir a desmentir una inminente devaluación, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, quien viajará en los próximos días a EEUU integrando la comitiva técnica que se entrevistará con el staff del FMI, trabaja junto a su equipo en un plan económico integral que presentará en los próximos días al ministro Sergio Massa y que también se discutirá con el Fondo.
El funcionario y su equipo trabajan en un primer boceto de programa económico, que será más amplio que el proyecto de Presupuesto 2023 que termina de ajustar el Ministerio de Economía hasta el 15 de septiembre, y que deberá convivir con el plan ya firmado con el FMI en marzo pasado que ya tiene metas y objetivos definidos.
Una vez elaborado el boceto, Rubinstein lo pondrá a consideración de Massa, pero también tendrá que analizarlo con el FMI. En todo momento, su papel será solo técnico ya que la puntada final de ese programa será definida por el ala política del Frente de Todos. Rubinstein aspira a que su propuesta tenga el mayor consenso posible dentro de la coalición de Gobierno, e incluso a que pueda ser conversado con la oposición.
Devaluación ¿solo un rumor?
Cerca del viceministro consideraron como un «ruido innecesario» los trascendidos de las últimas horas sobre una fuerte devaluación del peso a ser implementada en los próximos días. Rubinstein salió a desmentir esas versiones a través de un mensaje de audio.
La idea de devaluar estaba incluida dentro de un informe atribuido a Rubinstein que fue publicado anteayer por el medio El Cohete a la Luna.
«En función de cosas que están apareciendo en Twitter, de que el jueves va a haber una devaluación por algo que podría haber pensado yo, les aseguro 100% que no va a haber devaluación, por lo menos no este jueves», aseveró.
Desde su llegada a Economía, Rubinstein se abocó a elaborar su plan económico, con énfasis en el trabajo técnico antes de viajar a EEUU.
Agenda a tratarse con el FMI
La agenda con el FMI incluirá la revisión del cumplimiento de metas del segundo trimestre respecto a los objetivos de acumulación de reservas del BCRA y de reducción del déficit primario. En caso de pasar ese examen, que deberá primero tener el visto bueno del directorio, el Gobierno recibirá para las arcas del Banco Central US$4.000 millones. Será dinero, de todas formas, que se utilizará para devolver el préstamo Stand By al propio Fondo.
Las conversaciones con los técnicos del FMI también versarán sobre el plan económico inicial que planteó Massa, con especial atención al tema fiscal. Para eso habría en lo sucesivo otras «podas» adicionales a ministerios como la que oficializó este lunes por $210.000 millones, dos ingresos extra marcados por anticipo de Ganancias y retenciones por parte de agroexportadores y un techo rígido sobre el presupuesto actual, lo que implica que no bajarán más fondos adicionales.