El Intendente de la ciudad de Tartagal destina más de 72 millones de pesos para la planta política de la Municipalidad, sin contar las actualizaciones de lo que va del año.
El Intendente de Tartagal Mario Mimessi actúa sin sonrojarse a la hora de velar por la clase política de su gestión, es así que en el presupuesto municipal se detallan más de 72 millones de pesos para sus funcionarios. Lejana es la distancia de la que se destina para bacheo y mantenimiento de calles con apenas un presupuesto miserable de 8 millones, o el destinado para la refacción de los centros vecinales con apenas 6 millones, siendo ésta última, una promesa de campaña. El Intendente Mimessi en campaña del año 2019 prometía que los centros vecinales serían el corazón de los barrios y de la nueva gestión municipal, atrás quedaron la mayoría de las promesas de campaña, seguramente la ciudadanía se preguntaría con que otras falsas y desvergonzadas promesas o propuestas de campaña saldría para los nuevos comicios que se celebrarán en el mes de abril del año que viene.
El Intendente Mimessi jugará sin dudas a las buenas intenciones, a controlar y blindar su imagen en los medios de comunicación con un mayor presupuesto en publicidad política, presupuesto que ascendió a 18 millones de pesos para el corriente año y que incrementará aún más el año próximo.
Una gestión que se vio envuelta en los últimos días en un hecho de corrupción con la pérdida del juicio contra la empresa de transporte público urbano de la ciudad 13 de junio, por aproximadamente 90 millones de pesos, cuya abogada defensora de la municipalidad trabaja en el estudio jurídico del propietario de la empresa de transporte anteriormente mencionada.
Seguramente y recordando la historia, atrás quedó aquel gobierno nacional y popular de Hipólito Yrigoyen, fundador del partido unión cívica radical (U.C.R.), un gobierno que había puesto fin a una hegemonía conservadora de más de 40 años en la argentina. Pero con el pasar de los años fue derrocado por los liberales, traidores del pueblo y de la patria que se concentraban en un ala de la U.C.R. liderada por Uriburu y Marcelo T. de Alvear.
La gestión municipal de Tartagal pareciera compartir ideología con aquellos liberales que derrocaron a su fundador Yrigoyen, traicionando la voluntad de gobernar para todo el pueblo y no solo para la “nobleza”, clase gobernante. Allí el surgimiento de un gobierno oligárquico que se olvida de los trabajadores y de aquellos que sostienen una sociedad.
Con una pobreza por ingresos de más de 40% y mucho más aquella pobreza por necesidades básicas insatisfechas en la ciudad de Tartagal, los oligárquicos e incapaces, intentan apostar al olvido del pueblo, controlando la opinión pública de los medios de comunicación con cuantiosas partidas públicas, apostando por la falsa empatía del “machete y de las fotitos para facebook o instagram” y jugando con la desinformación. La “gestión municipal” trabaja para conseguir un deseado segundo mandato y seguir con el “kiosco de familiares y amigos” y ver luego que pasa en el camino, con tal no interesa el pueblo, es el reflejo de la “nobleza oligárquica gobernante” en Tartagal.
Presupuesto de bacheo y mantenimiento de calles – centros vecinales


Cuadro de sueldos de la planta política

