La situación es todo un misterio. El hijo del reconocido músico salteño, dio aviso a las autoridades sobre la ausencia de los restos del mausoleo familiar.
Un insólito hecho fue denunciado en la tarde de ayer por un hijo del mundialmente conocido músico salteño Gustavo «Cuchi» Leguizamón, cuyo ataúd desapareció del mausoleo familiar ubicado en una de las primeras galerías del cementerio La Santa Cruz.
La denuncia produjo un gran revuelo entre los empleados del cementerio, sus autoridades y de la empresa de seguridad privada que tienen a cargo el principal camposanto de nuestra capital, cuya historia se remonta a más de un siglo atrás.
A la llegada de El Tribuno, el hermetismo sobre lo acontecido era total; sin embargo, personas que se hallaban en el lugar afirmaron que el hecho sucedió y que los familiares del «Cuchi» Leguizamón estaban reunidos con el director de cementerios para tratar de dilucidar qué sucedió con los restos mortales de la gloria salteña, una de las personas más queridas y reconocidas en el ámbito de la cultura nacional, y baluarte incalculable de la música foclórica de todo el país y la región.
Todos los empleados del cementerio de la Santa Cruz estaban ayer al tanto de lo que estaba reclamando el familiar del «Cuchi» en la administración y no salían de su asombro.
En diálogo con El Tribuno, José María Leguizamón, uno de los hijos del recordado músico salteño, confirmó que en la tarde de ayer fue a visitar el mausoleo de su padre y no halló el féretro y lo buscó afanosamente sin resultado: «Llamé a un amigo porque no podía creer lo que estaba pasando y entre varias personas no pudimos dar con el ataúd que contiene los restos mortales de mi padre Gustavo ‘Cuchi’ Leguizamón, porque no está donde debía estar», afirmó.
José María dijo además: «Reclamé y fuimos con los empleados y bajamos a un sótano oscuro y nada. No está. Yo lo traje aquí a mi papá e incluso presenté una nota que cualquier movimiento que tuvieran que hacer debían consultarme a mí», explicó. «No está y ahora -por ayer tarde- está hasta el director de cementerios tratando de dilucidar qué es lo que pasó», dijo al borde de las lágrimas.
Todo el perímetro del cementerio de la Santa Cruz posee un sistema de videovigilancia y cámaras de seguridad externas, esto ahonda aún más el supuesto robo de un ataúd.
Luego agregó que «ustedes pueden entender la angustia que yo tengo de venir a visitar a mi padre y darme con la novedad de que mi papá no está. Al hombre que le hicieron una estatua en la PLAZA 9 DE JULIO le han choriado el cajón, le han robado el cuerpo, no se puede creer», dijo.
El 27 de septiembre del 2000 el «Cuchi» Leguizamón se fue del mundo terrenal, dajando inmortales su obra y su sonrisa.
Posteriormente, y luego de dialogar por varios minutos con el director del cementerio La Santa Cruz, José María Leguizamón se retiró ofuscado del lugar en compañía de amigos y de un abogado, informaron.
El misterio acerca de la desaparición del féretro con los restos mortales de Gustavo «Cuchi» Leguizamón, gloria de la cultura salteña, merece al menos una explicación.
Sin registro sobre el traslado del cuerpo
En la tarde de ayer todo el personal de seguridad y empleados de la necrópolis municipal se hallaban buscando el ataúd de Gustavo Cuchi Leguizamón. Los empleados de seguridad dijeron que no hubo movimientos sospechosos y que la cerradura del mausoleo estaba intacta.
El misterio sobre el paradero de los restos del afamado folclorista se dilucidará en las próximas horas aventuró una fuente consultada por nuestro medio. Lo que sí quedó claro es que no hay ningún registro de traslado de restos que avalen que fuera llevado a otro lugar.
Con muchísima pena y sobrepasado por la desaparición del cajón que contiene los restos de Gustavo «Cuchi» Leguizamón, uno de sus hijos dijo de forma vehemente y en buen salteño: «Le choriaron el cuerpo, le choriaron el cajón».
Hay que agregar que el cementerio de la Santa Cruz cuenta con cámaras de seguridad internas y externas, además de hallarse a solo metros de la comisaría 9. El misterio sobre lo denunciado aún no fue esclarecido, al menos hasta la tarde de ayer.
