Argentina es favorito contra Canadá en todas las referencias estadísticas, empezando por las de este mismo torneo:
* Ya jugaron en la primera fase y Argentina ganó 2-0.
* Para llegar a esta semifinal Argentina ganó tres partidos y empató uno, mientras que Canadá ganó uno, perdió uno y empató dos.
* Argentina convirtió seis goles y Canadá dos.
* Argentina pateó 26 veces a los arcos rivales y Canadá 14.
Con todos estos datos en la mano, las casas de apuestas, que de cuidar la guita saben un montón, pagan 1.36 por el triunfo argentino y nueve pesos por la victoria canadiense.
Sin embargo, hay algunos puntos de referencia que achican un poco esa gran distancia. El primero es que, como dijo Perogrullo, es fútbol y ya se sabe que nunca se debe descartar una sorpresa o batacazo. A la Arabia Saudita de Qatar podemos remitirnos, sin ir más lejos.
El segundo es que Messi no está bien y el equipo lo padece. Pasó contra Ecuador (Argentina jugó con diez y medio), y volverá a pasar contra Canadá si es que el capitán no logró recuperarse físicamente. Scaloni sabe que si Messi se siente más o menos bien no lo puede sacar del equipo, aún creyendo que tiene cómo reemplazarlo y que eso es lo que teóricamente más le cierra. Pero también es cierto que Messi puede resolver un partido cerrado, con un tiro libre o un pase en profundidad de los de su sello.
Argentina produjo ante Ecuador una de sus actuaciones más flojas desde el Mundial para acá: tuvo momentos de confusión, perdió precisión en el medio y solidez atrás, pero aún así estuvo a punto de ganarlo en los 90 minutos.
Canadá viene de una buena producción contra Venezuela, en un partido de ida y vuelta con muchas llegadas, que pudo ganar cualquiera de los dos y que finalmente se resolvió a su favor en los penales. Es un equipo de atletas sobreentrenados, que son capaces de mantener la presión durante los 90 minutos, que se mueven en bloque, que ocupan muy bien los espacios, y saltan de primera a sexta velocidad si recuperan la pelota en el medio.
Claro que la falta de jerarquía técnica de casi todos sus futbolistas (hay que exceptuar a Alphonse Davies, que es crack y maneja las riendas aunque juegue de lateral), pone en el freezer sus virtudes tácticas y atléticas.
En el partido contra Canadá de la fase inicial, en Argentina jugaron Paredes, Julián Alvarez y Di María, que no estuvieron de arranque contra Ecuador, y el equipo capitalizó los errores rivales forzados por la presión o no.
Una de las virtudes de la Selección Argentina es, justamente, la recuperación de la pelota en el campo rival, y para eso necesita que estén todos físicamente enteros. Lo otro, lo del toque fluido está asegurado, aunque el estadio de Nueva Jersey (ahí se enfrentó a Chile) no sea el terreno ideal. Sin la presión de ganar como en otras ocasiones, y con las ganas de los que se despiden y las de los que llegan, Argentina tiene enormes chances (70%, por ponerle un número) de llegar a la final.
La otra semifinal
Mucho más pareja y de pronóstico más difícil, es la semifinal que protagonizarán Colombia y Uruguay. Los colombianos llevan 27 partidos invictos igualando el récord obtenido entre 1993 y 1994, en los tiempos en que dirigía Francisco «Pacho» Maturana y brillaban el «Pibe» Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, Leonel Alvarez, Freddy Rincón y Oscar Córdoba, entre otros cracks.
Los émulos de aquellas estrellas exageran en la comparación: algunos son el arquero Camilo Vargas, del Atlas de México; Richard Ríos, de Palmeiras; James Rodríguez en un momento de gran madurez, aunque lo ponen poco en San Pablo; John Córdoba, que juega en Rusia; y Luis Díaz, que es gran figura del Liverpool.
Colombia, dirigida por Néstor Lorenzo, juega bien, es fuerte defensivamente, prolija en el medio y picante arriba, porque maneja muchas variantes, además de la clase de Díaz y el cabezazo del grandote Córdoba, de 1.90m.
Uruguay también está haciendo un buen campeonato. Ganó con autoridad los tres partidos de la fase inicial, con el estilo vertical de Bielsa, y cuando las condiciones del rival exigían otra cosa apeló a la garra charrúa (que está en el adn) contra Brasil, en un partido de mucha hacha y poca tiza.
De las 62 faltas que tiene Uruguay en el campeonato, casi la mitad las cometió contra Brasil. «Pajarito» Valverde, Darwin Núñez, Nicolás De la Cruz y el arquero Sergio Rochet, los nombres estelares de un equipo que tendrá dos bajas sensibles: Ronald Araújo (lesionado) y Nahitan Nández (suspendido por la roja tras una patada alevosa).
Una semifinal en los papeles muy atractiva, sobre todo si Uruguay piensa más en el juego asociado que en la pierna fuerte, y si Colombia supera los fantasmas de cierta frialdad para manejarse en instancias claves. En las casas de apuestas no hay favoritos. En el análisis de la mayoría de los medios, tampoco.