En una señal de repliegue tras la derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, el equipo económico encabezado por Luis Caputo anunció una moderación del ajuste monetario que había paralizado el crédito y tensionado al sistema financiero. La medida apunta a recomponer el flujo de pesos y facilitar el financiamiento productivo, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Durante una transmisión en vivo junto a José Luis Daza y Santiago Bausili, los funcionarios reconocieron que el “súper apretón” aplicado en semanas anteriores generó un fuerte impacto en la actividad económica. La decisión de bajar las tasas de interés y revisar exigencias bancarias busca descomprimir la situación sin abandonar del todo el enfoque ortodoxo.
El Banco Central ya redujo diez puntos la tasa de pases y ajustó a la baja los rendimientos de los bonos licitados. Además, se evalúa flexibilizar el encaje diario que deben cumplir los bancos, una medida que había exacerbado la volatilidad y encarecido el crédito. El objetivo: devolver liquidez al sistema sin comprometer la estabilidad cambiaria.
Con el dólar oficial cerca del techo de la banda de flotación —cerró a $1.445—, el Gobierno considera que hay margen para seguir bajando tasas sin riesgo de una corrida. El mercado, por ahora, confía en la capacidad del BCRA para contener eventuales presiones sobre el tipo de cambio.
Los funcionarios admitieron que las tasas superiores al 60% anual fueron transitorias y que afectaron especialmente a las pymes. “Vamos hacia una situación de mayor normalidad”, aseguró Bausili, aunque aclaró que se mantendrá la cautela en materia monetaria.
La estrategia oficial apunta a recomponer el crédito de corto plazo y evitar un freno más profundo en la economía real. En paralelo, se busca que los bancos recuperen capacidad prestable y que las empresas accedan a financiamiento sin enfrentar tasas prohibitivas.
Este giro, aunque parcial, marca el primer gesto de corrección tras el revés electoral. El Gobierno intenta recuperar iniciativa sin ceder en su narrativa de disciplina fiscal y estabilización. Pero el desafío será sostener el equilibrio entre ortodoxia y reactivación en un contexto político cada vez más exigente.
Redacción Diario Inclusión