En medio de una semana marcada por la tensión cambiaria y la intervención del Banco Central, el economista Miguel Kiguel expresó su preocupación por el rumbo económico del Gobierno. “No me gusta lo que veo”, afirmó en una entrevista televisiva, señalando que la situación actual es “una película difícil” agravada por la política y la escasez de divisas.
Kiguel advirtió que el dólar oficial mayorista tocó el techo de la banda de flotación, lo que obligó al BCRA a vender USD 53 millones para contener la escalada. Esta intervención, según el especialista, pone en duda la credibilidad del esquema cambiario y revela una posición tensa del Gobierno frente al mercado.
El economista también destacó la suba del riesgo país y la caída de los bonos soberanos como señales de desconfianza. “Con estos números, el mercado está diciendo ‘no sé si me van a pagar’”, explicó, aunque aclaró que aún no se trata de una crisis de deuda, sino de una pausa en la confianza.
Otro punto crítico fue la volatilidad de las tasas de interés y el deterioro de las carteras bancarias. Kiguel señaló que las medidas del BCRA, como los encajes elevados, han golpeado con fuerza a las acciones del sector financiero. “La calidad de las carteras se va deteriorando y las chances de que las tasas bajen son pocas”, agregó.
Respecto al tipo de cambio, Kiguel sostuvo que “ya no se puede decir que el dólar flota” y que la falta de dólares limita la capacidad del Gobierno para sostener el esquema. En un contexto electoral, donde la oposición juega fuerte, el margen de maniobra se reduce aún más.
De cara al futuro, el economista sugirió que lo ideal sería eliminar las bandas cambiarias después de las elecciones, para mantener reglas claras en el corto plazo. Sin embargo, advirtió que si la tensión se intensifica, el Gobierno podría verse obligado a modificar su discurso y reconocer que el tipo de cambio ya no responde a una lógica de flotación.
La crítica de Kiguel se suma a una creciente preocupación entre analistas y operadores financieros, que observan con cautela el desempeño económico del oficialismo. En su visión, la película que proyecta el Gobierno necesita un giro urgente si quiere evitar un desenlace adverso.
Redacción Diario Inclusión