El Gobierno nacional decidió prorrogar la suba de los impuestos que gravan la nafta y el gasoil, postergando su aplicación hasta el 1° de noviembre, una vez finalizadas las elecciones legislativas. La decisión se formalizó mediante el Decreto 699/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial, y modifica el cronograma de aumentos establecido previamente en julio.
La postergación alcanza a los tributos sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que por ley deben ajustarse trimestralmente según la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) difundido por el INDEC. Sin embargo, el Ejecutivo optó por diferir su aplicación para evitar un traslado inmediato a los precios en surtidores.
En los fundamentos del decreto, el Gobierno argumenta que la medida busca “estimular el crecimiento de la economía en el marco de un sendero fiscal sostenible”. La Ley 23.966 establece que los ajustes deben realizarse en enero, abril, julio y octubre, pero permite al Ejecutivo modificar los plazos por razones de oportunidad.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), dependiente del Ministerio de Economía, es el organismo encargado de aplicar estas actualizaciones. Aunque tiene facultades técnicas para hacerlo, el Gobierno puede intervenir en la calendarización de los aumentos.
En paralelo, YPF continúa implementando su esquema de “micropricing”, un sistema que permite variar los precios de manera dinámica según la demanda, la competencia y el flujo vehicular. Este modelo ya se aplica en corredores del conurbano bonaerense y reemplaza los aumentos mensuales unificados.
Según datos de la petrolera estatal, el nuevo mecanismo permitió incrementar un 28% las ventas nocturnas y duplicar el uso de pagos digitales a través de su aplicación. La compañía monitorea 170 corredores en todo el país mediante un centro de inteligencia en tiempo real, que analiza el comportamiento de los usuarios en más de 1.600 estaciones de servicio.
Redacción Diario Inclusión.