En una jornada clave para la economía argentina, el Tesoro nacional se quedó prácticamente sin dólares para sostener el tipo de cambio oficial. Con solo USD 300 millones disponibles dentro de la banda cambiaria, el Gobierno enfrenta una escalada de tasas en pesos y una creciente expectativa de devaluación, mientras se intensifican las negociaciones con Estados Unidos para obtener respaldo financiero.
La falta de liquidez se tradujo en una suba abrupta de las tasas de interés, con cauciones operando por encima del 45% TNA y bonos en pesos bajo presión. El mercado ya anticipa un dólar mayorista a $1.593 para fin de año, reflejando la desconfianza sobre la capacidad del Gobierno para sostener el esquema cambiario sin intervención directa del Banco Central.
En este contexto, el Tesoro aceleró la venta de divisas para mantener planchado el tipo de cambio, pero el poder de fuego se agota. En seis jornadas, se habrían vendido más de USD 2.000 millones, lo que representa el 90% de los dólares obtenidos por retenciones cero. La estrategia oficial parece llegar a su límite, mientras se espera un giro desde Washington.
Los dólares financieros mostraron movimientos erráticos: el Contado con Liquidación (CCL) cerró en $1.543, el MEP en $1.527 y el dólar blue trepó a $1.475. En paralelo, el mercado de futuros mostró incrementos en los tramos cortos y caídas en los plazos largos, reflejando la incertidumbre sobre el esquema cambiario post-electoral.
La expectativa está puesta en el viaje de Luis Caputo a Estados Unidos, donde se negocia un posible REPO con bancos internacionales o un swap con el Tesoro norteamericano. El mercado espera definiciones concretas que permitan recomponer reservas y evitar una nueva corrida, en medio de rumores sobre un anuncio inminente desde Washington.
La situación se agrava por la proximidad de las elecciones legislativas, que elevan la demanda de cobertura y dificultan la renovación de deuda. El Tesoro no logró captar todos los fondos necesarios en la última licitación, y quedaron en el mercado más de $2,8 billones, lo que aumenta el riesgo de emisión monetaria y presiona aún más sobre los precios.
El Gobierno enfrenta un dilema complejo: sin dólares y con tasas en alza, necesita señales claras desde EE.UU. para recuperar la confianza del mercado. La visita de Milei a la Casa Blanca podría ser el punto de inflexión, pero el tiempo apremia y la volatilidad se intensifica.
Redacción Diario Inclusión