En un giro que sacude el tablero financiero argentino, las tasas de interés para plazos fijos en pesos han sufrido una caída abrupta en las últimas semanas. Tanto bancos públicos como privados aplicaron recortes que, en algunos casos, superan los 10 puntos porcentuales, dejando a los pequeños ahorristas con rendimientos por debajo de la inflación proyectada.
El Banco Nación, por ejemplo, redujo su Tasa Nominal Anual (TNA) de 47% a 36%, lo que implica que un depósito de $1.000.000 a 30 días rinde apenas $1.029.589. Santander ofrece 35%, Galicia 35,25% y BBVA también 35%. El Banco Ciudad, aún más conservador, paga solo 31%, generando un retorno de $1.025.479 por cada millón invertido.
La tendencia se replica en entidades provinciales y financieras. El Banco de Córdoba bajó de 52% a 43%, mientras que el Banco del Chubut pasó de 51% a 38%. Fintech como Reba y Crédito Regional también ajustaron sus tasas, ubicándose en torno al 40% y 43% respectivamente.
En contraste, algunos bancos más pequeños o regionales intentan mantenerse competitivos. Banco de Corrientes paga 40%, Mariva 41,5%, Meridian 42,5% y Banco CMF 42%. Sin embargo, la diferencia entre la mejor y la peor tasa supera los $12.000 por cada millón invertido, una brecha que evidencia la fragmentación del sistema.
El recorte promedio desde mediados de septiembre fue de 6,6 puntos porcentuales. Esta baja generalizada afecta tanto a bancos tradicionales como a fintech y compañías financieras, y pone en jaque la estrategia de quienes buscan proteger sus pesos frente a la inflación, que se estima cerrará el año en torno al 28%.
Con tasas reales negativas, los plazos fijos pierden atractivo como refugio de corto plazo. La brecha cambiaria y la volatilidad del dólar suman presión sobre los ahorristas, que deben reevaluar sus opciones en un contexto de creciente incertidumbre económica.
La caída de tasas no solo refleja una política monetaria más laxa, sino también una señal de alerta para quienes aún confían en el sistema bancario como herramienta de resguardo. La confianza, más que nunca, cotiza más alto que el interés.
Redacción Diario Inclusión.