A días de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno enfrenta un escenario económico adverso. Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el salario mínimo cayó un 32,5% en términos reales desde noviembre de 2023, y los ingresos promedio retrocedieron un 5%. Pero si se aplicara el nuevo IPC reponderado, la pérdida sería del 9,1%.
La nueva canasta, basada en la Encuesta Nacional de Gastos de Hogares 2017-2018, aún no fue implementada oficialmente, aunque su desarrollo técnico está finalizado desde fines de 2024. El FMI ya recomendó su publicación para mejorar la calidad de los datos y reflejar los cambios estructurales en el consumo.
El impacto es desigual: los asalariados privados perdieron 0,6% de poder adquisitivo según el IPC actual, pero 4,4% con el nuevo índice. En el sector público, la caída es más pronunciada: 14,3% con el IPC vigente y 17,6% con la metodología actualizada. La brecha entre trabajadores se amplía en medio de una inflación persistente.
Desde CIFRA explican que la desaceleración inflacionaria no se tradujo en recuperación salarial. El aumento del desempleo debilitó las paritarias, y el Gobierno impuso límites explícitos a los incrementos, que quedaron por debajo de la evolución de precios.
El ingreso disponible de los hogares del AMBA cayó 0,4% en junio, acumulando tres meses consecutivos de retroceso. Aunque el primer semestre cerró apenas 1% por encima de diciembre 2024, sigue 7% por debajo de noviembre 2023. El crédito y el pluriempleo crecieron como estrategias de supervivencia.
Los préstamos a familias aumentaron más del 60% en términos reales desde noviembre 2023, y el pluriempleo alcanzó al 10% de los trabajadores en el primer trimestre de 2025. La pérdida salarial obligó a complementar ingresos por vías financieras o laborales adicionales.
La actualización del IPC no solo es una cuestión técnica: es una decisión política que podría transparentar el verdadero deterioro del poder adquisitivo. Mientras tanto, la inflación oficial sigue ocultando parte del ajuste que golpea a millones de argentinos.
Redacción Diario Inclusión