Con el escenario electoral despejado hasta 2027, el Gobierno nacional busca reactivar el consumo a través del crédito al sector privado. Tras la victoria de La Libertad Avanza, las tasas comenzaron a desinflarse, lo que generó expectativas de recuperación. Sin embargo, los especialistas advierten que aún persisten tres factores que limitan el dinamismo: ingresos reales deteriorados, tasas elevadas y plazos de financiamiento cortos.
Leonardo Anzalone, director del CEPEC, señaló que la baja de tasas ya comenzó a mover el crédito comercial y de consumo, pero advirtió que sin mejora del salario real, el crédito no logra traccionar la actividad. “El crédito puede volver a ser motor del crecimiento, pero los ingresos deben ganarle a la inflación”, explicó.
Pablo Moldovan, de C-P Consultores, proyectó un proceso en dos etapas: una recuperación inicial por la normalización monetaria y luego una desaceleración por el impacto de la morosidad. “El Gobierno sigue limitando la recuperación de ingresos, lo que frena el crédito”, sostuvo. En septiembre, los salarios registrados subieron apenas 1,3%, por debajo de la inflación del 2,1%, según el INDEC.
En octubre, el crédito se estancó. Los préstamos en pesos al sector privado crecieron solo 0,3% en términos reales, según First Capital Group. Los préstamos personales cayeron 0,3% y las tarjetas de crédito retrocedieron 1%, afectadas por la falta de cuotas y límites actualizados.
Guillermo Barbero, socio de First Capital, remarcó que para revitalizar las carteras es clave no solo bajar tasas, sino también extender los plazos. Además, por primera vez en dos años, la cartera en dólares cayó 2,5%, con una fuerte contracción en tarjetas (-16%), debido a expectativas de devaluación que desincentivan el endeudamiento en moneda extranjera.
La economista Agostina Monti destacó que las pymes ven con optimismo la baja de tasas, pero aún no se animan a invertir. “No saben cuándo el mercado interno va a empezar a consumir más”, explicó. Las ventas minoristas pymes cayeron 1,4% interanual en octubre, aunque subieron 2,8% respecto al mes anterior.
El Banco Central informó que la tasa anual de adelantos en cuenta corriente es del 38%, muy por encima del 20,8% de inflación proyectada por los bancos. Aunque hay señales positivas, la incertidumbre sobre el consumo sigue pesando en las decisiones empresariales.
En paralelo, crece el endeudamiento de las familias. Según el INDEC, uno de cada cuatro hogares se endeudó en el primer semestre, y en los sectores de ingresos bajos lo hizo uno de cada tres. Un estudio de D’Alessio IROL reveló que el 44% de los encuestados se siente más endeudado que el año pasado.
Además, el 40% de los hogares destina más de la mitad de sus ingresos al pago de deudas. La morosidad está en aumento, y el uso de cuotas en supermercados es una señal de alerta. El 50,9% de los hogares recurrió a compras en cuotas o fiado como estrategia de manutención.
El mercado crediticio se encuentra en un punto de inflexión. Aunque hay condiciones para una reactivación, la cautela de los bancos frente a la morosidad y la incertidumbre cambiaria seguirá marcando el ritmo. El desafío del Gobierno será equilibrar tasas, ingresos y confianza para que el crédito vuelva a ser motor del crecimiento.
✍️ Redacción Diario Inclusión










