Carlos Melconian trazó un diagnóstico crítico sobre la coyuntura económica argentina y aseguró que, pese a los cambios políticos recientes, “los problemas son los mismos”. En declaraciones a Radio Rivadavia, el analista subrayó que las vulnerabilidades estructurales persisten y que el verdadero nudo de la crisis no está en el tipo de cambio, sino en desequilibrios macroeconómicos que golpean la actividad y deterioran el poder adquisitivo.
El economista explicó que la caída del PBI no responde a problemas de competitividad cambiaria, sino a la combinación de salarios debilitados y falta de crédito, lo que profundiza el retroceso del consumo. Para graficar la magnitud del deterioro social, señaló que “el que mejor está es el salario promedio privado formal y está 20% abajo de la época de Macri”.
Melconian instó al Gobierno a reconocer el “efecto devastador” que el ajuste fiscal generó sobre el consumo, la informalidad y la actividad cotidiana de millones de personas. Según su visión, el frente fiscal será determinante para evitar mayores tensiones en los próximos meses.
En su análisis del frente externo, identificó tres discusiones centrales: la fiscal, la monetaria y la cambiaria. Aseguró que la clave es la primera: el sector público debe “comprar dólares con el superávit fiscal en pesos para pagar los intereses de la deuda”. Según sus cálculos, Argentina enfrentará compromisos por intereses que exigirán 10 billones de dólares entre 2026 y 2027, antes de poder iniciar una verdadera acumulación de reservas.
También cuestionó las señales en el mercado cambiario. Señaló la inconsistencia de querer flexibilizar el mercado manteniendo una banda fija —por ejemplo, en $1.500 por dólar— y apuntó contra el comportamiento social de refugio en la divisa. Recordó que el público adquirió U$S32.000 millones, de los cuales solo el 20% regresó como depósitos.
Para Melconian, seguir discutiendo sobre si fijar o liberar el tipo de cambio desvía la atención de los elementos estructurales. Concluyó que sin resolver los frentes fiscal y monetario, ninguna estrategia cambiaria puede garantizar estabilidad.
✍️ Redacción Diario Inclusión










