El reciente acuerdo marco entre Argentina y Estados Unidos, anunciado por la Casa Blanca, generó una fuerte controversia por su carácter desigual y por las concesiones que comprometen sectores clave de la industria nacional. Mientras Argentina ofrece beneficios arancelarios en siete rubros industriales, Estados Unidos solo lo hace en dos sectores de impacto difuso.
Entre las concesiones argentinas se destacan la eliminación de barreras no arancelarias y la bonificación de la tasa estadística aduanera, lo que implica una pérdida fiscal estimada en 194 millones de dólares en 2024. Además, se resigna la capacidad de control sobre estándares técnicos de productos importados, adoptando los criterios estadounidenses sin considerar las condiciones locales de consumo e infraestructura.
El acuerdo también omite toda referencia al MERCOSUR, violando el Tratado de Asunción que establece negociaciones comerciales conjuntas. Esta decisión unilateral pone en riesgo la institucionalidad del bloque regional y podría provocar reclamos ante la OMC por discriminación comercial.
A cambio, Argentina solo recibiría promesas de revisión de aranceles en tres sectores: ganadería, siderurgia y aluminio. Sin embargo, el impacto macroeconómico sería marginal, y no se han publicado estudios de impacto ni se consultó a los sectores productivos involucrados.
El mercado estadounidense representa apenas el 8% de las exportaciones argentinas, concentradas en productos primarios como petróleo, oro y químicos. Esto refuerza la crítica de que el acuerdo profundiza la primarización de la economía, debilitando el desarrollo industrial y tecnológico.
La opacidad en la negociación también genera inquietud. En menos de dos años, el gobierno de Milei ha ocultado operaciones clave como el uso del oro nacional y las condiciones del financiamiento externo. El acuerdo fue presentado sin detalles técnicos ni participación institucional, lo que refuerza la percepción de subordinación política y económica.
Finalmente, el pacto amenaza el modelo de inserción internacional construido por el MERCOSUR, que representa el principal destino de manufacturas industriales argentinas. En los primeros nueve meses de 2025, el 58,3% de las exportaciones al bloque fueron bienes con alto valor agregado. La ruptura de este esquema podría significar un retroceso estructural en la capacidad exportadora del país.
✍️ Redacción Diario Inclusión










