El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes decretó la quiebra de Lácteos Conosur S.A., razón social de la tradicional firma La Suipachense, ubicada en la localidad bonaerense de Suipacha. Con más de siete décadas de historia, la empresa venía atravesando una profunda crisis gremial y financiera que culminó con la liquidación de su patrimonio y el despido de sus 140 empleados.
La resolución judicial también dispuso la clausura del establecimiento, la incautación de documentación y la inhibición general de bienes. Además, el empresario venezolano Jorge Luis Borges León, responsable de la administración, fue inhabilitado y deberá solicitar autorización judicial para salir del país.
Este cierre se suma al de ARSA, proveedora de productos SanCor, que fue declarada en quiebra días atrás. ARSA operaba en Lincoln y Córdoba, empleando a más de 380 personas y abasteciendo semanalmente a 70.000 comercios. La caída de ambas compañías refleja una crisis estructural en la industria láctea argentina.
La Suipachense había sido intimada judicialmente a presentar un plan de acción en octubre, tras tres meses de inactividad. El conflicto se agravó en septiembre, cuando se despidió a nueve administrativos y se amenazó con cesantear a otros 60 operarios. La planta quedó paralizada y los trabajadores iniciaron protestas junto a vecinos de Suipacha y Chivilcoy.
El pedido formal de quiebra fue presentado por Julián Coronel, abogado vinculado al gremio Atilra y apoderado de Watt’s, una de las firmas acreedoras. Para entonces, los empleados mantenían un campamento frente a la fábrica, reclamando respuestas ante la falta de ingresos y la incertidumbre laboral.
El fallo judicial destacó que la empresa llevaba tres meses sin producción, sin ingresos y con una situación laboral crítica. La acumulación de cheques rechazados por más de 8.500 millones de pesos y deudas con proveedores y trabajadores hicieron inviable su continuidad.
La caída de La Suipachense representa no solo una tragedia para sus empleados, sino también un símbolo del deterioro productivo en la cuenca lechera bonaerense. La falta de políticas de sostenimiento, el endeudamiento y la pérdida de competitividad ponen en jaque a un sector clave para la economía regional.
✍️ Redacción Diario Inclusión










