«Lo que podría haber sido una grieta en la tendencia alcista general del mercado se ha convertido en una oportunidad para volver a ponerse largos, y eso es lo que estamos viendo ahora en mayo», afirmó David Morrison, estratega de mercado de Trade Nation.
Los datos semanales de desempleo del jueves siguieron al informe de la semana pasada que mostró que el crecimiento del empleo en Estados Unidos se ralentizó más de lo esperado en abril y el aumento de los salarios anuales cayó por debajo del 4% por primera vez en casi tres años.
Los mercados vigilarán de cerca el índice de precios al productor y el índice de precios al consumidor estadounidenses de abril, que se publicarán la semana que viene, en busca de indicios de que la inflación ha reanudado su tendencia a la baja hacia la tasa objetivo del 2% fijada por la Fed.
Los datos de inflación del mes pasado, más elevados de lo previsto, echaron por tierra cualquier expectativa de recorte de las tasas en el corto plazo. En la actualidad, los mercados no prevén una baja hasta noviembre, aunque todavía existe la posibilidad de que la Reserva Federal actúe en septiembre.
Por el contrario, la probabilidad de que el Banco de Inglaterra recorte los tipos en junio es del 50% y la de que lo haga en agosto es casi total. También hay un 88% de probabilidades de que el Banco Central Europeo alivie su política monetaria en junio.
La libra esterlina se mantenía estable en 1,2524 dólares, tras haber tocado el jueves un mínimo de más de dos semanas de 1,2446 dólares.
El índice dólar, que mide la divisa estadounidense frente a otras seis monedas, subía un 0,1% a 105,28, mientras que el euro cotizaba estable en 1,0779 dólares, encadenando su cuarta semana consecutiva de alzas ante el dólar.
El yen cotizaba a 155,74 por dólar, y el ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, repitió las recientes advertencias de Tokio de que estaba dispuesto a tomar medidas contra los movimientos desordenados de la divisa.
Con el dólar tomándose un respiro, las materias primas subían. Los futuros del crudo Brent ganaban un 0,6% a 84,35 dólares el barril, mientras que los futuros del cobre escalaban un 1,6% a 10,066 dólares la tonelada, y el oro repuntaba un 1,1% a 2.371 dólares la onza.