El triunfo de Donald Trump en Estados Unidos aseguraría que los bonos argentinos seguirán de fiesta.
Los principales bancos de inversión siguen colocando al país bajo el rótulo de «overweight» y se mantiene a pesar de una fenomenal suba de los títulos.
Tanto es así que el «trade Milei» es el que más alegrías le está dando en el mundo. Y no es una exageración: el EMFI Bond Index, el índice que realiza EMFI Group (un banco de inversión de Londres que se especializa en mercados emergentes y distressed), marca que los títulos argentinos ganan 70% en el año y son los líderes de ese benchmark.
Si se toma la medición 12 meses para atrás (octubre 2023 a octubre 2024), la deuda argentina vuela 133% (también la más redituable del planeta).
En el ranking de lo que va del año, después de Argentina que sigue con la recomendación de «buy» (compra), aparece Ecuador (60% arriba), Bolivia (40%), Líbano (37%), Pakistán (35%), Ucrania (36%), Egipto (32%) y Sri Lanka (21%).
«Argentina continúa una racha alcista impulsada por los resultados positivos de la administración Milei en gestión fiscal, acumulación de reservas internacionales y contención de la inflación. Además, los primeros datos de actividad económica indican una ligera recuperación, lo que está impulsando la confianza del público en la administración», apunta EMFI.
En la City también son optimistas con la historia de Argentina. Por ejemplo, desde Invertir en Bolsa (IEB), dicen que con los pagos de 2025 prácticamente asegurados con un Repo -que se rumorea sería con una tasa entre 8 y 9% y «sería una gran señal el poder refinanciarse a esa tasa»- y los próximos años donde las perspectivas de la balanza energética mejoraron sustancialmente (con las proyecciones mostrando que este sector aportaría US$ 30.000 millones entre 2026 y 2027), el único factor de riesgo que ven en el corto plazo es el político relacionado a las elecciones del próximo año.
«En este sentido vemos que el riesgo país puede continuar comprimiendo hasta niveles de 800 puntos hasta fin de año y extender la caída aún más en la primera parte del próximo año. La curva que a principios de año se encontraba fuertemente invertida, hoy en día se muestra prácticamente plana con un diferencial de rendimientos entre los bonos cortos y largos de apenas 2%. En este sentido somos optimistas con respecto a la deuda Hard Dollar y vemos conveniente posicionarse en el tramo largo, con GD35 o GD41 que nos permitirá obtener un mayor upside en un escenario de normalización de la curva», sostiene IEB.
Por su parte, desde GMA Capital resaltan que el mercado local parece haber ponderado de forma significativa el alineamiento político entre Milei y Trump: «Principalmente teniendo en cuenta que Argentina se encuentra en un programa con el FMI y que posiblemente busque un nuevo acuerdo, tanto para diferir los compromisos como para obtener fondos frescos».
Más allá de los nubarrones que puede traer la «ola roja» que dejó el triunfo de Trump en términos de economía global (dólar más caro, commodities para abajo, costo de financiamiento más elevado), hoy el alineamiento político de Milei con el republicano y las posibilidades de operaciones financieras puntuales parece pesar más para los inversores.
GMA explica que la compresión del riesgo país (hoy en 850 puntos), y particularmente del exceso con respecto a otras naciones de la región (en torno a 200), importa más que el riesgo sistémico de ser un país emergente.
«Asimismo, las dudas con respecto a la sostenibilidad de la cuenta corriente se disipan parcialmente ante la posibilidad de flujos financieros que hagan de puente hasta, al menos, el levantamiento del cepo y definiciones del nuevo régimen cambiario. Así visto, el status quo podría durar, aunque con una coyuntura global más volátil», sostienen.