Desde hace muchos años, en nuestro país venimos sufriendo coyunturas dominadas por variables macroeconómicas desfavorables para el conjunto de nuestras pymes. Esta situación -hoy agravada hasta un nivel nunca antes visto- no es de ahora, viene de lejos, y es lo que genera que nuestra capacidad de supervivencia se vea menguada.
Esto se refleja en el descenso que durante el último año se ha producido en varios de los indicadores económicos que desde CAME relevamos todos los meses. Tal es el caso de las ventas minoristas que, sólo en el primer cuatrimestre del año acumularon una caída de 18,4%. El último dato del mes de abril registró un desplome interanual de 7,3%. En cuanto a la industria pyme, la situación no es más favorable: en abril descendió 18,3% interanual y el primer cuatrimestre del año cerró con una merma de 19% en comparación con el mismo período de 2023.
El único dato alentador hasta ahora es el que arrojó el Monitor de Exportación Pyme (MEP) que elaboramos en la entidad. Según él, durante el primer trimestre las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas crecieron 2%, alcanzando los US$ 2.157 millones, lo que representa el 12,2% del total exportado por la República Argentina en el primer trimestre de 2024.
En este contexto, las pymes estamos atravesando un bosque cuya salida ignoramos, pero no tenemos mucho margen para encontrarla. Necesitamos urgentemente que se reactive la actividad, porque sin actividad no hay empresas y sin empresas no hay empleos. Las pymes somos las principales generadoras de puestos de trabajo. Alrededor del 70% del empleo registrado es creado por nosotros.
Sin actividad también se dificultará alcanzar el tan mentado superávit fiscal que, como todos sabemos, se consigue cuando los ingresos superan a los gastos. Sin actividad, la recaudación impositiva disminuye, por lo que los ingresos del Estado también se reducen.
Para hacer frente a esta coyuntura, las pequeñas y medianas empresas precisamos políticas diferenciales para el sector, un mayor acceso al crédito y medidas que incentiven el mercado interno, ya que más del 70% de lo que se produce en la Argentina va destinado a él.
En ese sentido, desde CAME estuvimos, estamos y estaremos siempre dispuestos a trabajar codo a codo con todos los gobiernos, ya sean nacionales, provinciales o municipales. Nuestro único interés es que se ponga en el lugar que corresponde a los actores determinantes de la economía real en nuestro país, las pymes.