Según De Pablo, no fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien impulsó esta política, sino el propio Milei, quien lleva «en la sangre» la necesidad de mantener las cuentas públicas en orden. El economista subrayó que aflojar la disciplina fiscal en pos de recaudar más dinero para las elecciones sería «una barbaridad» que pondría en riesgo el esfuerzo de la población, al que considera fundamental preservar.
Las elecciones legislativas de 2025
De Pablo también resaltó que, de cara a las elecciones legislativas de 2025, Milei enfrenta un escenario complejo por su falta de apoyo en el Congreso, sin la presencia de gobernadores, senadores o diputados de su partido. Ante esto, señaló que Milei ha optado por aferrarse a la herramienta fiscal, la cual considera más efectiva que la monetaria o la cambiaria para asegurar la estabilidad económica del país.
En cuanto al riesgo país, De Pablo aplaudió que el Gobierno no haya aprovechado su reciente caída para aumentar la deuda neta, sino que, en su lugar, haya priorizado la renovación de deuda en condiciones más favorables. Asimismo, anticipó que la inflación podría situarse en torno al 3% para octubre y al 4% en noviembre, advirtiendo que estas cifras, aunque altas, no representan un motivo de alarma.
Finalmente, al hablar sobre el consumo y la evolución de los salarios, De Pablo llamó a tener una visión más completa y detallada de las cifras, especialmente en el ámbito del empleo informal, que ha mostrado un crecimiento mayor que el formal. Añadió que, en contraste, los salarios del sector público han sido los más golpeados debido a la falta de indexación frente a la inflación.
En resumen, De Pablo enfatizó que, aunque existan presiones y desafíos económicos y políticos, Milei no debería comprometer su convicción de equilibrio fiscal. «Si afloja, volamos todos por el aire», advirtió, dejando claro el peligro de cualquier relajación en la disciplina fiscal en este contexto crucial para el país.