A dos meses del inicio de la tercera etapa del plan económico del gobierno de Javier Milei, el IERAL de la Fundación Mediterránea encendió luces de alerta sobre el rumbo de la economía argentina. En un informe reciente, el think tank advirtió que la recuperación de la actividad será más lenta de lo previsto y que la baja de la inflación podría ocultar problemas más profundos.
Uno de los principales focos de preocupación es la pérdida de competitividad frente a Brasil. Según el economista Jorge Vasconcelos, las importaciones industriales desde el país vecino crecieron un 50% en lo que va del año, mientras que las exportaciones argentinas se mantuvieron estancadas. Esto podría derivar en un déficit comercial bilateral de hasta USD 5.000 millones en 2025.
El economista Osvaldo Giordano sostuvo que la política cambiaria no es suficiente para revertir esta situación. “No se puede resolver el problema de competitividad solo con un dólar más alto. Se necesitan reformas estructurales en lo laboral, tributario y previsional”, afirmó. Estas reformas están contempladas en el Pacto de Mayo, pero su implementación aún no se concreta.
La investigadora Laura Caullo aportó datos preocupantes sobre la productividad laboral. Entre 2011 y 2023, cayó un 12% en Argentina, mientras que en países asiáticos creció hasta un 25%. Incluso Brasil, con sus propias dificultades, muestra mejores indicadores. Esta brecha limita las posibilidades de crecimiento sostenido.
El informe también advierte sobre el impacto del turismo emisivo, que podría generar una salida de divisas cercana a los USD 10.000 millones este año. Esto, sumado al aumento de las importaciones, llevaría la cuenta corriente de un superávit del 1% del PBI en 2024 a un déficit de casi 2% en 2025.
Giordano remarcó que la recuperación económica que se observó hasta marzo podría estancarse si no se avanza con las reformas. “Hay que diferenciar entre recuperación y crecimiento. Para crecer, la clave es la productividad”, concluyó.
Redacción Diario Inclusión