La Universidad Nacional de Salta (UNSa) enfrenta un panorama financiero complejo de cara al próximo año. Según las proyecciones oficiales, el presupuesto para 2026 será de $69 mil millones, un monto que, lejos de mejorar la situación actual, profundiza el ajuste que la institución viene atravesando.
El rector de la UNSa, Miguel Nina, advirtió que esta cifra resulta insuficiente para cubrir los gastos esenciales de la universidad, que incluyen salarios docentes y no docentes, mantenimiento edilicio, servicios básicos y actividades académicas.
De acuerdo con sus estimaciones, la institución necesitará al menos $73 mil millones para garantizar un funcionamiento estable y evitar un déficit aún mayor.
La preocupación se suma a un escenario nacional donde las universidades vienen reclamando previsibilidad presupuestaria, subrayando que los costos operativos crecen muy por encima de los aumentos previstos por Nación. En este contexto, la UNSa debe afrontar un nuevo período con recursos limitados y demandas crecientes de su comunidad académica.
Mientras se esperan definiciones sobre refuerzos presupuestarios o readecuaciones, las autoridades trabajan en un plan de administración austero para mitigar el impacto del recorte, aunque advierten que sin fondos adicionales será difícil sostener la planificación académica y los servicios que requieren estudiantes, docentes y personal técnico.
Redacción diario inclusión










