Ángel De Brito, una de las figuras más influyentes del mundo del espectáculo argentino, compartió con sus seguidores una faceta poco conocida de su vida profesional. En una ronda de preguntas en redes sociales, el conductor de LAM (América) contó cuál fue su primer empleo: profesor particular.
“Por eso mi paciencia”, respondió con ironía el periodista, generando sorpresa y risas entre sus seguidores, acostumbrados a verlo liderar con firmeza los debates televisivos y anticipar primicias que marcan agenda.
Aunque su carrera se consolidó en los medios, De Brito recordó que ese inicio en la docencia le permitió desarrollar herramientas que hoy lo acompañan en su estilo periodístico. “Desde que arranqué en periodismo, busco la certeza. No me siento a inventar historias de nadie”, aseguró en entrevistas pasadas, dejando en claro que su sello es la rigurosidad en la información, incluso dentro del mundo del espectáculo.
El conductor, que recientemente fue distinguido con un Martín Fierro, no reniega del término “chimento”, al contrario, lo reivindica como el punto de partida de muchas noticias que, tras ser verificadas, se transforman en primicias de gran impacto.
De profesor de inglés a referente indiscutido del espectáculo, Ángel De Brito demuestra que la paciencia, la constancia y la búsqueda de la verdad son los pilares que lo llevaron a ocupar un lugar central en la televisión argentina.
Redacción Diario Digital