Después de 15 años lejos de la pantalla chica, Mario Pergolini regresó a la televisión con Otro día perdido, una apuesta de El Trece que combina actualidad, entrevistas, humor y tecnología. El ciclo marcó su debut este lunes a las 22:40, en una franja horaria muy competitiva, con un promedio de 5,7 puntos de rating, según cifras de Kantar Ibope Media.
El programa arrancó con 7 puntos, pero rápidamente descendió a 6,2 frente al fuerte liderazgo de La Voz Argentina (Telefe), que en ese momento alcanzaba 11,7 puntos. A lo largo de la emisión, el ciclo se mantuvo entre los 5 y 6 puntos: a las 22:54 marcó 6,4, pero a las 23:12 bajó a 5,2, mientras el reality musical subía a 13 puntos. Sobre el cierre, a las 23:39, Otro día perdido levantó levemente con 5,9 puntos, aunque sin superar a Pasapalabra (8,8 puntos).
A pesar de no liderar, el regreso de Pergolini representa una mejora respecto a los números recientes del prime time de El Trece. En comparación, el nuevo ciclo de Guido Kaczka, Buenas noches familia, promedió 7,1 puntos, y Ahora caigo con Darío Barassi, trasladado a la tarde, marcó 6,1 puntos.
El regreso de Pergolini no pasó desapercibido. En su monólogo inicial, el histórico conductor de CQC se mostró visiblemente emocionado:
“Así que esto era la televisión… Lo había olvidado. Gracias a todos. Es una emoción… No pensé que iba a ser tan emocionante”, expresó al quitarse sus clásicos anteojos negros, en un guiño a su pasado.
Con humor e ironía, también dijo:
“Yo necesitaba un cierre con la tele… o una nueva apertura. No lo sé. Pero acá estamos. Si no funciona, más no podemos dar”, advirtió sobre el desafío.
En su apertura, Pergolini mezcló actualidad política con farándula, abordando desde el arresto domiciliario de Cristina Kirchner y la interna entre Milei y Villarruel, hasta el eterno conflicto entre la China Suárez, Wanda Nara e Icardi. Para este último tema, contó con la participación especial de Marcelo Polino.
Con su vuelta, Pergolini propone renovar el aire nocturno de la televisión abierta. Aunque el rating aún no lo favorece, su estilo, trayectoria y capacidad de reinvención podrían marcar un nuevo rumbo en la competencia televisiva.
Redacción Diario Inclusión