Dos mujeres murieron este domingo apuñaladas por un hombre en la principal estación de trenes de la ciudad francesa de Marsella y las autoridades investigan si se trató de un ataque terrorista.
«Este hecho podría ser de naturaleza terrorista, pero actualmente no podemos confirmarlo», dijo el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, tras visitar el lugar del incidente.
Collomb confirmó que hubo testigos que dijeron que el hombre, que fue abatido por la policía, gritó «Allahu akbar» (dios es el más grande) durante el ataque en la explanada de la estación.
La Fiscalía parisina responsable de casos terrorismo en todo el país asumió las investigaciones. «Para mí es un atentado», dijo Jean-Claude Gaudin, alcalde de Marsella, ubicada en el sur de Francia.
La milicia terrorista Estado Islámico se adjudicó el ataque al asegurar que su autor era «soldado» del EI, indicó la agencia Amak, que actúa como vocera del grupo, según el grupo Site, especializado en analizar la propaganda yihadista.
«Profundamente indignado por este acto bábaro», expresó en Twitter el presidente Emmanuel Macron, quien saludó la «eficacia» de los policías que reaccionaron y abatieron al atacante. «No bajamos la guardia», escribió en tanto el primer ministro, Edouard Philippe.
Francia ha sufrido en los últimos dos años varios atentados terroristas que dejaron 239 muertos, sin contar el ataque de esta jornada.
Desde el atentado contra la redacción de la revista satírica «Charlie Hebdo», miles de soldados fueron desplegados para patrullar calles, áreas concurridas y edificios públicos en la denominada operación antiterrorista Centinela.
Precisamente miembros de ese operativo fueron los que dispararon y mataron al agresor en el ataque registrado alrededor de las 13:45 horas.
El ministro Collomb dijo que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad dejan algunas dudas sobre el accionar del hombre, que primero mató a una mujer y comenzó a huir, pero dio la vuelta y apuñaló a otra.
Según medios locales, el hombre era conocido por la policía, pero no por terrorismo. Fuentes de seguridad indicaron que su identidad aún está siendo corroborada.
La policía acordonó el área y pidió a la gente que evitara la zona de la estación de la concurrida estación de Saint Charles, de donde salen también los trenes de alta velocidad a París.
«Escuché tiros menos de un minuto después de que viera el ataque», dijo una testigo a la emisora Franceinfo. «La intervención fue extremadamente rápida».
Otra mujer relató que vio cómo el hombre atacaba a una de sus víctimas por la espalda y la apuñalaba en el cuello. «Ella no vio nada», indicó.
Un empleado de la compañía ferroviaria francesa SNCG dijo al diario «La Provence» que la gente corría presa del pánico tras el ataque.
Desde los atentados de noviembre de 2015 rige en Francia el estado de excepción. El Parlamento debate actualmente un endurecimiento de las leyes de seguridad que pemitiría que el estado de excepción deje de estar vigente a partir de noviembre.