Luego de un nuevo revés para Donald Trump, los republicanos cambiaron las normas del Senado de EE.UU. para poder aprobar con una mayoría simple al candidato al Tribunal Supremo del presidente, en una medida sin precedentes adoptada después de que los demócratas bloquearan en primera instancia su confirmación.
La medida, conocida como «opción nuclear», elimina la barrera de 60 votos requerida hasta ahora para la confirmación de un magistrado del Supremo, y fue aprobada con el apoyo de los 52 senadores republicanos y la oposición de los 48 demócratas en bloque.
Tras la activación de esta opción están programadas otras 30 horas de debate, por lo que se prevé que el juez Neil Gorsuch sea confirmado este viernes por mayoría simple para ocupar la vacante vitalicia en el Supremo dejada por Antonin Scalia, que falleció en 2016.
En un nuevo revés para el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la oposición demócrata en el Senado logró este jueves bloquear la nominación de Neil Gorsuch, el juez elegido por el multimillonario para ocupar la vacante vitalicia en la Corte Suprema estadounidense.
La maniobra de los demócratas responde a la negativa de los republicanos a someter a votación el juez que nominó el expresidente Barack Obama en marzo de 2016 cuando se produjo la vacante.
Obama nominó al juez Merrick Garland para ocupar el puesto que quedó vacante Scalia, pero los republicanos, con mayoría en el Senado, se negaron a celebrar una audiencia para estudiar su candidatura durante una cifra récord de 293 días con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en año electoral.
Antes de llegar a la primera votación, el senador demócrata Jeff Merkley dio un maratoniano discurso que duró más de 15 horas entre el martes y el miércoles en el pleno de la Cámara Alta en el marco de las maniobras de filibusterismo de la oposición para retrasar el voto de Gorsuch.
En el Legislativo de Estados Unidos, el filibusterismo se suele aplicar al grupo minoritario o a una determinada persona que recurre a prácticas dilatorias para atrasar, entorpecer o impedir la aprobación de un proyecto de ley o, como en este caso, la nominación de un candidato a un cargo público.