El ciudadano uzbeko de 39 años considerado principal sospechoso del ataque con un camión del viernes en el centro de Estocolmo es simpatizante de la milicia terrorista Estado Islámico (EI), aseguraron los investigadores, que confirmaron la detención de una segunda persona.

El detenido solicitó permiso de residencia en Suecia en 2014 y en junio de 2016 las autoridades migratorias decidieron su expulsión. Sin embargo, no se marchó del país y las autoridades lo estaban buscando.
El primer ministro sueco, Stefan Löfven, pidió que se mejoren los mecanismos de deportación. Löfven calificó de «frustrante» que las autoridades no fuesen capaces de expulsar al sospechoso.
La denegación de un permiso permanente de residencia o de asilo debe traducirse en la salida del país de la persona afectada, dijo Löfven al margen de un congreso de su partido en Gotemburgo.«Tenemos que mejorar las posibilidades para garantizarlo», afirmó, señalando que eso es clave para mantener la confianza en el sistema de asilo.
También el hombre que en diciembre atacó con un camión en un mercado de Navidad de Berlín, el tunecino Anis Amri, había sido calificado como potencialmente peligroso por las autoridades y contra él se había emitido una orden de expulsión del país que finalmente no fue cumplida.
Los investigadores suecos creen que el sospechoso uzbeko, que está siendo investigado por terrorismo, conducía el camión que embistió a un grupo de personas y se estrelló después contra un centro comercial. «Las pruebas se han reforzado y las investigaciones avanzan muy bien», dijo Jan Evensson, de la policía de Estocolmo.
En tanto, miles de personas recordaron hoy con un minuto de silencio a las víctimas del ataque en la plaza Segels Torg, junto al centro comercial Åhléns City donde se empotró el camión.
Los participantes en esa «manifestación de amor» se congregaron a las 14:53 hora local, la misma a la que ocurrió el ataque. Muchos se tomaron de las manos y lloraban. El lunes se guardará un minuto de silencio en todo el país.
La Fiscalía confirmó hoy también la detención de una segunda persona sobre la que existen sospechas razonables de «delitos terroristas y asesinato», dijo a dpa una portavoz de la misma, Karin Rosander. «Sospechas razonables» es el más bajo de los dos grados de sospecha que diferencian las autoridades suecas.
Según la portavoz, el vicefiscal general Hans Ihrman decidió no dar detalles sobre su identidad, después de confirmar la información sobre el segundo arresto que habían adelantado alguos diarios.
El presunto atentado terrorista del viernes dejó cuatro muertos, dos suecos, un británico y una belga, informó la policía. De los heridos, diez siguen en el hospital y cuatro están graves, añadió Hysing.
Una de las víctimas mortales era un empleado del servicio de música en streaming Spotify, aseguró el fundador de la empresa sueca Daniel Ek a través de Facebook.
Hysing señaló que no hay nada que apunte al peligro de nuevos ataques en el país.
Evensson dijo a los periodistas que «unas cinco personas» están siendo retenidas, pero no dio más detalles. La policía, añadió, continúa buscando posibles cómplices y simpatizantes. En total se ha interrogado a unas 500 personas. «Hemos realizado muchos controles y registrado viviendas en Estocolmo», dijo.
La policía sueca realizó hoy varias redadas en la zona de Estocolmo y sus alrededores. La portavoz de la policía Eva Nilsson confirmó una operación en Sollentuna, un barrio al norte de Estocolmo, pero no dio más detalles.
En otra operación en un apartamento en el barrio de Varberg, en el sur de la capital, en la noche del sábado, la policía se incautó de varios objetos. Según el diario «Aftonbladet», el principal sospechoso había visitado el apartamento horas antes del ataque y se había conectado a la red wifi del lugar.
Los investigadores siguen analizando también el objeto sospechoso encontrado la víspera en un asiento del camión. Los medios especularon con que pudiera tratarse de una bomba pero la policía no ha dado más información al respecto.
En el lugar del atentado, en la calle Drottninggatan, ya se ha levantado el cordón policial pero el centro comercial contra el que se empotró el camión permanece cerrado, pese a que había señalado el sábado que reabriría parte del edificio.
El centro comercial recibió fuertes críticas en las redes sociales tras anunciar que vendería a mitad de precio los productos que resultaron dañados por el humo tras el choque del camión, por lo que retiró la oferta y anunció que abrirá el lunes.
La policía sueca reforzará en el futuro su presencia. «Unos 100 policías de todo el país acudirán a apoyar a la de Estocolmo», dijo un portavoz. Durante diez días se controlará a todo el que salga del país.
El de Estocolmo fue el tercer atentado en Europa en tres semanas después de los ocurridos en Londres y San Petersburgo.
En tanto, tras el hallazgo de una bomba de fabricación casera en Oslo, la policía de seguridad noruega PST elevó el nivel de alerta terrorista del país a «probable» tras detener a un ruso de 17 años.
Al parecer, el adolescente dejó en el centro de la ciudad un «explosivo primitivo e improvisado con capacidad limitada para causar daño». «No está claro si el joven de 17 años tenía la intención de llevar a cabo un ataque terrorista», dijo la jefa de la PST, Benedicte Bjornland, en una conferencia de prensa en la capital noruega.









