Cientos de miles de empleados públicos salieron a las calles de varias ciudades de Francia para protestar por las políticas económicas del presidente Emmanuel Macron, en el marco de una huelga nacional que afectó a escuelas, hospitales y el tráfico aéreo en todo el país.
Los manifestantes franceses expresaron su rechazo al congelamiento de los salarios, la eliminación de 120.000 empleos públicos durante los próximos cinco años y a una sucesión de recortes de gastos y reformas laborales que, según el liberal Macron, impulsarán la economía.
En torno a un 20% de los empleados franceses trabajan en las administraciones públicas, por delante de la media de los países de la OCDE (en torno al 15 %), y su remuneración absorbió en 2014 el 5,7% del PBI francés.
En París, la Policía dijo que contaban con 26.000 manifestantes, mientras que la CGT, el principal sindicato, contaba el doble de ese número en la capital y cientos de miles en todo el país, informo la agencia de noticias EFE.
