India atraviesa un momento decisivo en su historia económica. Convertida ya en la quinta economía más grande del mundo, con un PIB que supera los 3,5 billones de dólares, el país liderado por Narendra Modi avanza hacia la meta de transformarse en una potencia industrial y tecnológica capaz de ocupar el espacio que China comienza a dejar libre con su desaceleración.
Según el análisis del video ¿India será el próximo China?, la nación del sur de Asia ha sabido convertir su abundante mano de obra joven en un activo estratégico, atrayendo inversiones que antes se concentraban en territorio chino. En los últimos cinco años, India ganó terreno en la manufactura global, especialmente en sectores como el tecnológico y el automotriz, gracias a costos competitivos, incentivos fiscales y un marco legal más abierto al capital extranjero.
Sin embargo, su transformación no se limita a las fábricas. El país también se ha consolidado como centro mundial de servicios tercerizados, con millones de empleos en ingeniería, contabilidad, diseño y atención al cliente. Este fenómeno, impulsado por su posición como segunda nación angloparlante más grande del planeta, ha permitido a India fortalecer su perfil internacional más allá de la manufactura tradicional.
Pese a este impulso, los desafíos son profundos. La economía india aún depende en gran parte del trabajo informal, que llegó a representar más de la mitad de su producción total hace apenas unos años. Aunque ese porcentaje bajó al 20 % en 2021, persisten las brechas entre trabajadores formales e informales, así como entre sectores urbanos y rurales. Además, la burocracia y la intervención estatal siguen obstaculizando la expansión de muchas empresas.
Analistas internacionales señalan que el futuro del país dependerá de su capacidad para mantener la estabilidad institucional y financiera, mientras logra distribuir con equidad los beneficios del crecimiento. “India podría ser la próxima superpotencia económica, pero su reto es hacerlo sin reproducir las desigualdades estructurales que hoy la frenan”, advierte el economista Kaushik Basu, exjefe del Banco Mundial.
Con un crecimiento sostenido del PIB que duplica su tamaño cada cinco años y una fuerza laboral en expansión, India podría convertirse en la gran historia de éxito del siglo XXI, siempre y cuando logre equilibrar su apertura económica con inclusión social y estabilidad política.
https://youtu.be/CQFqD1I1uFY?si=MDOShI385DsPJu7h
Redacción: Diario Inclusión.