La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff solicitó este jueves la anulación de la delación premiada del empresario y corruptor confeso Marcelo Odebrecht y del publicista Joao Santana por falso testimonio, frente al juicio que se inicia el martes en el Tribunal Superior Electoral (TSE) que puede destituir del cargo al actual mandatario del país, Michel Temer.
«Renovamos el pedido de que se anule por falso testimonio la delación de Marcelo Odebrecht, porque ha mentido en sus acusaciones sobre supuesta financiación ilegal de campaña», dijo en conferencia de prensa en San Pablo el abogado de la ex mandataria, Flavio Caetano.
El juicio que se inicia el martes por tres días en el TSE puede arrastrar al gobierno de Temer, quien luego de haber sido vicepresidente de Rousseff el año pasado apoyó el juicio político que destituyó a la entonces mandataria del Partido de los Trabajadores (PT).
El TSE determinará si hubo abuso económico en la campaña de la fórmula Rousseff-Temer en las elecciones de 2014 y si así fuera, podrá convocar a elecciones presidenciales directas.
El juicio electoral es el más importante en su tipo de la historia de Brasil y está basado, entre otras pruebas, en las delaciones premiadas de Odebrecht y Santana, ambos colaboradores de la justicia en busca de la reducción de sus penas.
Marcelo Odebrecht está condenado a 19 años de prisión y con esta confesión saldrá con libertad vigilada en diciembre.
«Queremos que investigue el falso testimonio de ambos», dijo el abogado, que mostró la estrategia de Rousseff, que inicialmente es objetar las delaciones premiadas como argumento de prueba y negar que ella haya participado de negociaciones ilegales.
La campaña de Rousseff le pagó 70 millones de reales (unos 23 millones de dólares) a Santana en 2014 para que se encargara del marketing y la publicidad.
Santana dijo a la justicia que Odebrecht le pagó dinero en el exterior en forma ilegal por unos 10 millones de dólares en concepto de deudas de la campaña del PT.
Según Marcelo Odebrecht, su grupo donó en 2014 para la campaña 46,5 millones de dólares y al menos una tercera parte de ese dinero tuvo origen en la red corrupta destapada en la petrolera estatal Petrobras por la operación Lava Jato.
Sin embargo, los abogados de Rousseff pidieron investigar a Odebrecht por «falso testimonio» ya que su declaración ante el TSE para ese caso se contradice con lo que manifestó en una confesión hecha a la Fiscalía y homologada por el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema).
La defensa de Temer pidió separar las cuentas de campaña, algo que nunca ocurrió en la historia del tribunal electoral.
El juicio es también un divisor de aguas para Temer, ya que es considerado el momento político que parte de sus aliados esperan para ver si siguen respaldando su gobierno.
La denuncia contra la fórmula Rousseff-Temer fue presentada por el derrotado candidato Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), perdedor en las elecciones presidenciales de 2014.
Hoy Neves es aliado del gobierno de Temer y al igual que el presidente se encuentra acusado de corrupción tras ser grabado avalando sobornos y pidiendo dinero al dueño del frigorífico JBS, Joesley Batista.
Ante una pregunta de Télam, el abogado de Rousseff redujo la expectativa de que el clima político pueda afectar las votaciones.
«El clima político está elevado, pero no va a influenciar a los jueces que a mi juicio deben dar pareceres técnicos; es el juicio electoral más importante de la historia del país», dijo el abogado, quien se quejó de que apenas 10% de los testigos escuchados por el relator del caso, Herman Benjamín, fueron proporcionados por la defensa.
