El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (foto), señaló como «terroristas» a los dos españoles detenidos, a quienes vincula con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, por su presunta conexión con una operación desestabilizadora contra su gobierno. Un cuarto estadounidense fue arrestado este martes en Venezuela por el mismo hecho.
En su programa semanal transmitido por el canal estatal VTV, Maduro dijo que los dos ciudadanos del país europeo son «agentes encubiertos» del CNI, y desestimó las declaraciones de los padres de los españoles sobre que estos se encontraban en Venezuela como turistas después de haber visitado Colombia. El jefe de Estado dijo que ambos españoles «fueron capturados y que están convictos, confesos y con plena prueba de las acciones que traían dentro de Venezuela para asesinar gente, colocar bombas, etcétera».
Los detenidos
Andrés Martínez Adasme y José María Basoa, de 32 y 35 años respectivamente, fueron capturados en Puerto Ayacucho y en sus teléfonos, según el gobierno venezolano, las autoridades hallaron conversaciones donde preguntaron «cómo hacen para comprar explosivos» y para «contactar grupos que quisieran hacer algún trabajo especial». A los dos españoles detenidos se le suma un ciudadano checo y cuatro estadounidenses. El último de ellos fue capturado este martes en Caracas «tomando fotos de instalaciones eléctricas, petroleras y unidades militares», informó el ministerio del Interior.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, informó el martes que pidió en una conversación telefónica con su par de España, José Manuel Albares, que ese país «rectifique inmediatamente» su postura y que Caracas no tolerará una «escalada en las agresiones e injerencias» tras la reelección de Maduro. Albares exigió por su parte confirmación de las identidades, cargos y sitios de reclusión de los dos españoles detenidos.
Nota de protesta
Venezuela entregó este martes una nota de protesta a la representante de la Unión Europea en Caracas, informó una alta funcionaria de la Cancillería, luego de que el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, calificara al gobierno de Maduro de «dictatorial». «En Venezuela hay más de dos mil personas detenidas después de las elecciones, el líder de la oposición ha tenido que huir y los partidos políticos están sometidos a mil limitaciones», enumeró Borrell. El canciller venezolano Gil tildó a Borrell de «vocero del mal».