En lo que va de 2025, ya se registraron al menos seis jornadas en las que el oro y las acciones alcanzaron máximos históricos simultáneamente, algo que no ocurría desde 1972. Entonces, aquella coincidencia no terminó bien para los mercados, y hoy genera preguntas similares: ¿por qué suben juntos estos activos que históricamente se movían en direcciones opuestas?
Normalmente, el oro actúa como refugio en épocas de miedo económico, mientras que las acciones se disparan con el optimismo de crecimiento. Que ambos se encuentren en máximos indica que los inversores perciben un panorama incierto y mixto.
Las cifras que sorprenden
Oro: +44 % en 2025, superando los USD 3.800 por onza.
Acciones: Índices globales, como el S&P 500, rozan o alcanzan máximos históricos recientes.
Este comportamiento refleja que los inversionistas combinan estrategias defensivas y ofensivas, protegiéndose ante riesgos futuros mientras buscan aprovechar oportunidades de crecimiento.
¿Por qué suben al mismo tiempo?
Los expertos señalan dos factores principales:
1. Incertidumbre global: conflictos, guerras comerciales y riesgos macroeconómicos hacen que los inversores compren oro como refugio y acciones por expectativas de rebajas de tasas e impulso económico.
2. Debilidad del dólar: un dólar más débil encarece el oro para compradores extranjeros y abarata las acciones estadounidenses, potenciando ambos mercados al mismo tiempo.
La pérdida de confianza en los gobiernos y el dinero fiat
El fenómeno está ligado a la creciente desconfianza hacia las monedas emitidas por los gobiernos. Desde que en 1971 Estados Unidos abandonó el patrón oro, los bancos centrales pueden imprimir dinero sin respaldo físico, provocando inflación y deuda pública creciente.
En consecuencia, los inversores y ciudadanos buscan activos más confiables: oro, acciones de empresas sólidas e incluso criptomonedas. Estudios muestran que globalmente el 62 % de las personas confía más en las empresas que en los gobiernos (51 %).
Fondos como Pimco se han alejado de los bonos de largo plazo del gobierno estadounidense por riesgos de inflación y reestructuración, mientras algunas corporaciones como Johnson & Johnson y Microsoft mantienen calificación triple A, superior a la de Estados Unidos en ciertas agencias.
Riesgos y perspectivas
Aunque la simultaneidad alcista de oro y acciones es llamativa, no garantiza estabilidad futura. Cualquier sorpresa económica, política o monetaria podría revertir las tendencias. La lección es clara: mientras los gobiernos no recuperen disciplina fiscal y monetaria, los inversores seguirán buscando refugio en activos tangibles y productivos, dejando en evidencia la erosión de la confianza en el dinero fiat.
Redacción: Diario Inclusión.