«Ella tiene miedo de regresar, ella no quiere regresar a un lugar que no conoce», dio la abogada que representa a Daniela Vargas.
El gobierno federal de Estados Unidos busca deportar cuanto antes a Daniela Vargas, la joven «dreamer» argentina detenida en Estados Unidos, a su padre, Daniel, y su hermano, Alan.
El Servicio de Inmigración y Aduanas le comunicó a Peterson que había iniciado el proceso para la «remoción inmediata» de Vargas, un procedimiento que le permite a los agentes migratorios acelerar la deportación de extranjeros detenidos por carecer de una residencial legal.
Abigail Peterson, abogada del estudio Elmore & Peterson, que lleva el caso de la joven argentina, presentará un pedido ante el Departamento de Seguridad Interior para solicitar que le permita a Vargas permanecer en el país para defender su caso ante un juez.
Vargas tenía una residencia legal en Estados Unidos ya que era beneficiaria del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia implementado por decreto por Barack Obama para brindarle un alivio a los jóvenes indocumentados conocidos como «dreamers», que se instalaron en el país cuando eran niños, y crecieron, estudiaron, y se integraron al punto, incluso, de servir en las Fuerzas Armadas.
Peterson explicó que la decisión final sobre el pedido que presentará quedará a discreción del DHS, y no será evaluado por un juez.