Vietnam ha vuelto a captar la atención de economistas y analistas, pero esta vez no por su pasado bélico ni por su régimen comunista. La razón es que el país podría estar al borde de su segundo milagro económico en solo tres décadas. Desde ser un país devastado por la guerra y sumido en la pobreza, Vietnam ha logrado reinventarse y atraer a gigantes tecnológicos como Apple, Intel y Samsung, que han trasladado parte de su producción a este país del sudeste asiático.
Un Cambio de Paradigma
Vietnam no solo busca ensamblar productos; su ambición es diseñarlos, exportar valor agregado, innovar y competir en el mercado global. En 2023, Vietnam exportó microchips por un valor de casi 32,000 millones de dólares, posicionándose como el séptimo mayor exportador mundial en este sector. Pero, ¿cómo logró Vietnam esta transformación?
De la Guerra a la Pobreza Extrema
A principios de los años 80, Vietnam era uno de los países más pobres del mundo. Su economía estaba devastada por años de guerra, con una inflación que superaba el 700%. Dependía en exceso de la Unión Soviética, y más del 80% de la población vivía en pobreza extrema. La situación era tan crítica que muchos vietnamitas intercambiaban arroz por productos esenciales como jabón o medicamentos.
El modelo comunista implantado tras la reunificación de 1975 había fracasado rotundamente. Tras la guerra, Vietnam del Norte, apoyado por la Unión Soviética y China, unificó el país bajo un régimen socialista que nacionalizó empresas y colectivizó la agricultura. Esto resultó en un colapso económico, escasez generalizada y un mercado negro masivo.
La Renovación: Doi Moi
En medio de esta crisis, el Partido Comunista decidió adoptar un enfoque más pragmático. En 1986, se lanzó el programa Doi Moi, inspirado en las reformas de Deng Xiaoping en China. Este programa permitió la propiedad privada en la agricultura, legalizó los negocios familiares y ofreció incentivos a la inversión extranjera directa.
Como resultado, entre 1990 y 2010, Vietnam creció a un ritmo promedio de 6.8% anual, uno de los más altos del mundo. La pobreza extrema cayó del 45% en 1992 al 3% en 2010, y las exportaciones aumentaron de 2,400 millones de dólares en 1990 a más de 70,000 millones en 2010.
Un Polo de Manufactura
Vietnam se convirtió en un centro de manufactura liviana, especializado en textiles, calzado y productos electrónicos. Marcas globales como Nike, Adidas y Canon comenzaron a establecer fábricas en el país, atraídas por salarios bajos y mano de obra disciplinada. A pesar de su sistema político autoritario, Vietnam comprendió que sin crecimiento económico no hay estabilidad duradera.
El Segundo Milagro Económico
Después de dos décadas de crecimiento acelerado, Vietnam comenzó a mostrar señales de agotamiento, tocando lo que los economistas llaman la trampa de los ingresos medios. El país dejó de ser barato debido al aumento de salarios, pero no había desarrollado industrias tecnológicas de alto valor agregado. Sin embargo, la guerra comercial entre China y Estados Unidos presentó una nueva oportunidad.
La Guerra Comercial como Oportunidad
Con la imposición de aranceles a productos chinos, muchas multinacionales comenzaron a mover sus fábricas a Vietnam. En 2022, el país recibió más de 36,000 millones de dólares en inversión extranjera directa, superando a países como México. Vietnam comenzó a especializarse en tecnología intermedia y avanzada, como semiconductores y productos electrónicos de alta gama.
Empresas como Samsung han establecido centros de investigación y desarrollo en Vietnam, mientras que Intel ha invertido más de 1,500 millones de dólares en su planta de ensamblaje de microchips. Apple también ha comenzado a trasladar parte de su producción a fábricas vietnamitas.
Comparaciones con Japón
El caso de Vietnam recuerda al de Japón entre las décadas de 1960 y 1980, cuando pasó de exportar textiles baratos a dominar sectores como automóviles y electrónica. Sin embargo, a diferencia de Japón, que creó sus propias marcas globales, Vietnam aún depende de marcas como Samsung e Intel para su investigación y desarrollo.
Un Modelo Económico Coherente
Vietnam ha seguido una política económica coherente y estable, firmando 16 acuerdos de libre comercio con más de 60 países. Esto lo convierte en una de las economías más abiertas del mundo. Además, el estado vietnamita fomenta activamente la inversión extranjera, ofreciendo zonas económicas especiales con beneficios fiscales.
La política macroeconómica de Vietnam se ha mantenido responsable, con un déficit fiscal controlado y una inflación baja. A diferencia de muchos países en desarrollo, Vietnam ha seguido una línea clara de apertura económica y estabilidad política.
Conclusión
Vietnam ha dejado de ser solo el «China barato» y está construyendo su propio camino, que combina un régimen autoritario con un capitalismo abierto. Este modelo, aunque no perfecto, sigue ofreciendo estabilidad y crecimiento sostenido, lo que sugiere que Vietnam está en camino de consolidar su segundo milagro económico. A pesar de algunos casos de corrupción, el país continúa atrayendo inversión extranjera y avanzando hacia un futuro prometedor.