Según explicó, ya se contabilizan cerca de 150 ocupaciones irregulares en las banquinas de la ruta, un espacio que pertenece a Vialidad Nacional.
“Esto comenzó hace tiempo, con la permisividad de algunos sectores políticos que, por favores, dejaron que se asentara gente, en su mayoría extranjera, en terrenos que son del Estado”, señaló.
Denunció que muchos de estos asentamientos presentan construcciones de material, con casas de ladrillo y losa, pese a que los ocupantes no cuentan con ninguna autorización ni servicio municipal. “Nosotros no brindamos ni agua, ni luz, ni recolección de residuos, porque se trata de una usurpación. Ya lo denuncié en su momento cuando fui interventor de Aguaray, y ahora lo reitero en Aguas Blancas”, sostuvo.
Alertó sobre los riesgos que genera esta situación para la seguridad vial, ya que los asentamientos ocupan incluso sectores donde la ruta presenta curvas y contracurvas peligrosas. “Hay lugares donde la banquina ya no existe, todo está invadido”, indicó. Además, reveló un hecho aún más grave: en los últimos días detectaron un intento de loteo detrás del puesto de control internacional. “Si permiten que eso avance, los vecinos van a tener que hacer trámites migratorios hasta para ir a comprar pan, porque estarían viviendo del otro lado del control fronterizo”, advirtió.
Según Zigarán, detrás de muchos de estos asentamientos hay una lógica de “aguantadero”. “Hace pocos días detuvieron a un hombre que vivía allí con 70 kilos de cocaína en Ledesma. Hay de todo: narcotráfico, colgados de la luz, conexiones ilegales de agua, y construcciones con aire acondicionado y luces prendidas todo el día”, describió.
Una de las ocupaciones rompió el acueducto principal que abastece al pueblo, y pone en riesgo la calidad del agua potable. “Esto es un escándalo que se viene denunciando desde 2019. No entiendo cómo la Justicia Federal no actúa, mientras las usurpaciones avanzan sin control. Si no se frena, va a llegar hasta Orán”, finalizó Zigarán.
