La convocatoria del presidente Javier Milei a los gobernadores para discutir el rumbo político y económico del país ha generado un nuevo foco de tensión dentro del oficialismo. El encuentro, que buscaba consolidar apoyos para el Presupuesto 2026, terminó por reabrir la interna del llamado “triple comando” que lidera la toma de decisiones en el Ejecutivo.
La reunión con los mandatarios provinciales no solo expuso diferencias estratégicas, sino que también aceleró la pulseada por espacios de poder dentro del gabinete. Mientras algunos sectores promueven una apertura hacia los gobernadores para garantizar gobernabilidad, otros temen que esto debilite la impronta original del proyecto libertario.
En paralelo, figuras clave del entorno presidencial como Karina Milei y Guillermo Francos buscan consolidar sus posiciones frente a un escenario político cada vez más complejo. La necesidad de articular con las provincias pone a prueba la cohesión interna del Gobierno, que enfrenta desafíos tanto en lo económico como en lo institucional.
El llamado a los gobernadores también reactivó negociaciones por cargos y recursos, en un contexto donde el oficialismo necesita construir mayorías legislativas. La estrategia de Milei apunta a sumar aliados sin ceder en sus principios, pero la dinámica territorial exige pragmatismo y acuerdos concretos.
Con el Presupuesto 2026 como telón de fondo, la reunión dejó en evidencia que la gobernabilidad dependerá de cómo se resuelvan las tensiones internas y se articule el vínculo con las provincias. El “triple comando” deberá encontrar equilibrio entre la fidelidad ideológica y la necesidad de construir consensos.
✍️ Redacción Diario Inclusión










