La organización había anticipado una asistencia de 10 mil personas, pero ni con pagos de hasta 20 mil pesos por cabeza —según admitieron algunos asistentes a medios televisivos— se logró llenar el predio. Incluso, parte del público comenzó a retirarse mientras Milei aún estaba en el escenario.
El evento fue coordinado por Ramón “Nene” Vera, operador de Sebastián Pareja en la zona, quien se retiró del lugar en su Audi sin dar declaraciones. La convocatoria fue tan baja que, según testigos, “de los parlantes para el lateral se podía armar un picadito sin problema”.
Durante su discurso, Milei debió enfrentar el escándalo por presuntas coimas que sacudió su campaña. “Se metieron con mi hermana”, dijo en referencia a Karina Milei, y denunció una triple operación en su contra: acusaciones de corrupción, amenazas personales y ataques mediáticos.
El acto también estuvo marcado por la presencia de encapuchados que ingresaron con aparente complicidad policial, generando tensión en el ambiente. “Había más gendarmes y policías que gente”, ironizó un dirigente peronista local.
En otro gesto de improvisación, Karina Milei bajó del escenario al diputado José Luis Espert, quien fue excluido a último momento de la lista de oradores. La interna libertaria se hizo visible en medio de un acto que buscaba mostrar unidad y fuerza.
La semana había sido especialmente difícil para Espert, quien días antes escapó de otro acto en Lomas de Zamora a bordo de la moto de un barrabrava acusado de intento de homicidio. El cierre en Moreno terminó de evidenciar el desgaste del espacio oficialista.
Lejos de la épica libertaria, el acto en Moreno dejó más dudas que certezas. La falta de convocatoria, los desórdenes internos y las denuncias cruzadas configuran un escenario complejo para La Libertad Avanza de cara a las elecciones legislativas.
Redacción Diario Inclusión