La ex número dos del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, y el diario británico Financial Times coincidieron en un diagnóstico inquietante: el respaldo del Tesoro estadounidense a la Argentina no alcanza para evitar una devaluación. Aunque celebran el alivio financiero inmediato, advierten que sin reformas profundas, el país podría enfrentar una nueva crisis cambiaria.
Gopinath sostuvo que “un progreso duradero requerirá que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genere apoyo interno para sus reformas”. La frase expone el malestar del FMI con las intervenciones del ministro Luis Caputo, que mantiene el dólar controlado a costa de reservas que el país no tiene.
El Financial Times fue más directo: en su artículo “US support is only a temporary fix for Argentina”, señaló que el respaldo externo “solo compra tiempo” y no resuelve las contradicciones estructurales del modelo económico. Sin cambios de fondo, la calma podría evaporarse rápidamente y obligar a una devaluación para recuperar competitividad y aliviar la presión sobre las reservas.
El diario también alertó sobre los riesgos políticos de una devaluación abrupta: podría golpear el poder adquisitivo, generar desgaste interno y erosionar la legitimidad del gobierno. En paralelo, el Wall Street Journal advirtió sobre la pérdida de respaldo popular de lo que denomina “La Revolución Milei”.
Mientras tanto, los mercados ya apuestan a una corrección cambiaria tras las elecciones de octubre. El dólar cripto y los futuros muestran expectativas de salto, y los operadores desconfían de la sostenibilidad del actual esquema de control.
El Gobierno, por su parte, insiste en que el respaldo de EE.UU. y el swap con China permitirán sostener la estabilidad. Sin embargo, las señales internacionales apuntan a que el blindaje financiero no será suficiente sin un giro estructural en la política económica.
La tensión entre el relato oficial y las advertencias externas marca un nuevo capítulo en la relación de Argentina con los organismos multilaterales. El desafío será evitar que el ajuste recaiga, una vez más, sobre los sectores más vulnerables.
Redacción Diario Inclusión










