El presidente Javier Milei participó este fin de semana del evento “Derecha Fest” en Córdoba, organizado por sectores libertarios afines a su gobierno. Desde el escenario del hotel Quorum, y rodeado de figuras de cartón de Donald Trump, Giorgia Meloni y Nayib Bukele, Milei ensayó un discurso de campaña con tono desafiante y fuerte contenido ideológico.
“Muchos se van a sorprender con los resultados de octubre”, afirmó el mandatario, en referencia a las elecciones legislativas nacionales. A pesar de contar con apenas el 15% de los diputados y el 10% de los senadores, Milei aseguró que su gobierno “sólo marcha en una dirección” y que “el partido del Estado fue desastroso”.
El presidente también cargó contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien calificó —sin nombrarla directamente— como una “bruta traidora”, en alusión al tratamiento de proyectos en el Senado que implicaron aumentos jubilatorios. “Hace unas semanas los populistas votaron un gasto de 17 mil millones de dólares”, denunció.
En su discurso, Milei arremetió contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien apodó “el soviético”, acusándolo de promover ideas que “violan la primera ley de la economía: la escasez”. También criticó el postulado de que “cada necesidad es un derecho”, calificándolo como “una expectativa ilimitada e insostenible”.
El evento fue promocionado como “el más anti-zurdo del mundo” y reunió a referentes libertarios como Agustín Laje, Diego Recalde y el influencer “Gordo Dan”. La entrada costaba $35.000, y el ambiente festivo incluyó paneles ideológicos, abucheos a Villarruel y ovaciones a Milei y su hermana Karina.
Con este acto, el presidente refuerza su estrategia electoral basada en la polarización, el ataque a la “casta política” y la promesa de una transformación radical. La campaña libertaria se apoya en el discurso de “milagro argentino” y en la construcción de una épica antisistema que busca consolidar su base de apoyo.
Redacción Diario Inclusión
 
			









