El gobernador catamarqueño Raúl Jalil se mostró públicamente con la senadora Lucía Corpacci, presidenta del PJ provincial y cercana a Cristina Kirchner. El encuentro con gremios de Vialidad, INTA e INTI marcó un compromiso conjunto para defender los puestos de trabajo ante el desguace de organismos nacionales. El gesto fue leído como una señal de reconciliación interna y reposicionamiento electoral.
En Tucumán, Osvaldo Jaldo recibió a su antecesor Juan Manzur, líder del PJ local, tras el faltazo de Milei a la Vigilia de la Independencia. El encuentro buscó recomponer la unidad peronista y endurecer la postura frente a los vetos presidenciales. “Vamos a insistir en lo que es de los tucumanos”, advirtió Jaldo, en referencia a los fondos del Tesoro Nacional.
Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, rompió el silencio con duras críticas al Presidente. “Los libertarios de mi provincia me injurian y en Buenos Aires les dimos todo”, declaró. Sáenz recordó que apoyó leyes del oficialismo por compromiso institucional, pero cuestionó el destrato y pidió que los dirigentes nacionales “recorran el país”.
Los tres mandatarios habían respaldado las reformas libertarias en el Congreso, pero la falta de reconocimiento y el ajuste fiscal los dejó en una posición incómoda. La derrota del oficialismo en el Senado y los vetos anunciados por Milei profundizaron la grieta con sus aliados “dialoguistas”.
El bloque de diputados que responde a Jaldo y Sáenz podría alinearse con Unión por la Patria en las próximas votaciones, complicando la estrategia legislativa del Gobierno. La tensión entre Nación y provincias se traslada al Congreso, donde los gobernadores buscan garantizar recursos por ley.
Este giro político reconfigura el mapa del peronismo y anticipa una campaña electoral marcada por la disputa territorial y la defensa de los fondos federales. Fuerza Patria emerge como el nuevo espacio de articulación para los gobernadores que se alejan del oficialismo libertario.
Redacción Diario Inclusión








